Fernando Arau: “Dios transformó a mi familia, pero primero me transformó a mí”

Por mucho tiempo el comediante mexicano y mimo en sus comienzos, Fernando Arau, siendo famoso y estando rodeado de mucha gente, vivió una vida solo, miserable y triste, ya que, entre la fama y su familia, escogió la fama.

A pesar de todo, su impresionante historia de amor es sorprendente, a los 13 años se le declaró a esta chica, su nombre Rosalinda. Sin embargo, él le confesó su amor en 52 ocasiones durante 7 meses, pero no fue hasta que cumplieron 20 años que se casaron, un 2 de agosto de 1970.
En busca de mejores oportunidades él comienza a trabajar en las calles como mimo. Un día por cuestiones de trabajo llega a esta fiesta sin imaginarse que era la oportunidad de su vida, aunque en el intento sufrió una de las más dura humillaciones. Situación que provocó en él lo mejor, sorprendiendo a un productor de Televisa que allí se encontraba. Posterior a ese evento, es que Fernando Arau Corona se da a conocer trabajando como mimo del show “Noche a Noche” y luego su éxito ¡Cachún, Cachún Ra Ra!
Llega la fama
“Ahí empecé a tener nuevos amigos y a meterme de todo, y a llegar tarde a la casa”, dijo Arau, diciendo su testimonio en la Iglesia Lakewood Church en Houston Texas. Es por eso, que su esposa le dice que debe tomar una decisión ¿tu familia o la fama?
“Obviamente decidí por la fama. Literalmente empecé a vivir la vida loca y confundí la diversión con la felicidad. Cada día era más famoso, cada día tenía más dinero y cada día me sentía más miserable”, dijo el ex presentador de Despierta América.
Más vacío, más culpable
Él menciona que no le gustaba estar solo porque no quería encontrarse con el mismo, hasta que llegó una madrugada que arrodillado junto al comedor de caoba donde nunca se sentó, comenzó a llorar y se dio cuenta que lo único bueno que tenía en su vida era su esposa y sus dos hijos.

En su humanidad por querer arreglar su crisis sale en busca de su familia, pero se encuentra con la situación de que su esposa se había refugiado en el evangelio y sus hijos estaban conociendo de Dios. Por otro lado, Arau no le gustó para nada.
“Yo no quiero fanáticos aquí y te prohíbo que lo lleves a la Iglesia, y como buena esposa mexicana no me hizo caso”, expresó entre risas el actor.
Al cabo de cinco años toma la decisión de pedir perdón, pero está vez poniendo las reglas Rosalinda. La condición era que fuera a la Iglesia con ella y sus hijos.
“Me estás pidiendo lo imposible y dos meses después un domingo estaba yo parado frente a esa puerta. Ese día el pastor en el servicio dijo “Hoy es el día que tienes que invitar a Dios para que restaure tu vida”, así es como Fernando Aura conoció a Jesús.
Una invitación especial
“Así que empecé a llorar y pasé al frente y grité. ¡Dios yo te invito a mi vida, entra en mi corazón y caigo de rodillas y empieza el mejor aplauso que yo he recibido en mi vida!…Dios transformó a mi familia, pero primero me transformó a mí”, sostuvo Arau.

