Los primeros fanáticos de Kike Hernández


“Cuando los padres vemos a nuestros hijos lograr sus metas y objetivos sentimos una satisfacción bien grande. Verlo con su uniforme de Puerto Rico es para pelos…” Mónica González (Madre del pelotero)
Puerto Rico está de celebración por el gran desempeño que ha obtenido el equipo nacional de pelota en el Clásico Mundial colocándose invictos. El equipo de Puerto Rico compuesto por grandes jugadores tales como Yadier Molina, Carlos Correa, Javier Báez, Francisco Lindor, Carlos Beltrán, Kike Hernández, entre otros logró colocarse en la final del clásico mundial. Trayendo unidad, alegría y contagiando al pueblo de Puerto Rico con su #teamrubio. Este movimiento creado con la idea de ser diferentes en el campo de pelota y de fomentar la unidad entre ellos y en cada puertorriqueño.
En la vida de cada uno de los jugadores, hay unos protagonistas claves. Esos que los llevaron al parque cuando solamente estaban en las pequeñas ligas. Los que le dieron una palabra de aliento cuando más los necesitaban. Los que desde siempre han estado en las gradas aplaudiéndolos y apoyándolos: sus padres. Buenas Nuevas tuvo la oportunidad de entrevistar a Mónica González, la madre Kike Hernández, jugador de Grandes Ligas de los Dodgers de Los Ángeles.
“Cuando los padres vemos a nuestros hijos lograr sus metas y objetivos sentimos una satisfacción bien grande. Verlo con su uniforme de Puerto Rico es para pelos. El día que jugó en Grandes Ligas por primera vez vivimos un momento indescriptible, pero verlo ahora jugando por su país en un evento donde están los mejores del mundo y sentir el cariño del pueblo es una experiencia muy emotiva, sabiendo lo que él deseaba vivir esta experiencia” destacó Mónica González.
“Esta pasión por la pelota comenzó a los 6 años, cuando tenía 4-5 años, su papá lo llevó a unas clínicas a Ciudad Deportiva Roberto Clemente. Cuando terminaron que se montó al carro y su papá le preguntó que le parecía, él le dijo que no le gustaba porque había mucho sol y le daba calor, así que su papá decidió esperar un tiempo y nuevamente lo llevó a un try-out en Summit Hills de la Liga Pamper”, comparte González.
“Resultó que era bastante bueno y ese año jugó en dos equipos a la vez. Y así creció entre guantes y bates de béisbol”, continúa relatando Mónica.
Recuerda que “se sentaba con su papá a ver los juegos de Major League Baseball y soñaba, como muchos niños, jugar algún día en Las Grandes Ligas, hasta que luego de varios años de mucho trabajo lo logró”.
Comparte la Clave del Éxito
“Creo que la clave del éxito fue su perseverancia y empeño. Su papá siempre confíó en él, lo enseñó a trabajar fuerte y a no dejarse sentir inferior a nadie. En un momento sufrió una gran desilusión cuando no pudo hacer un equipo porque no era tan fuerte y grande como todos los demás. En su etapa de escuela superior se enfocó en hacerse mejor jugador, no hubo muchas fiestas, porque en los fines de semana había juegos temprano y no podía amanecerse. Él trabajó fuerte para lograr su meta y siempre se mantuvo enfocado”, comparte la fan número uno de Kike.
Mónica González finaliza la entrevista brindándole unas palabras a todos los padres que actualmente están apoyando a sus hijos a cumplir sus sueños. “Que el apoyo es lo más importante. Los padres somos parte fundamental del crecimiento de nuestros hijos, de su desarrollo. En nuestro caso creo que su papá fue su principal apoyo. Su papá lo acompañó a cada juego, fue su coach y le enseñó muchas cosas del juego, confió en él cuándo nadie lo hacía y le enseñó a tener disciplina y respeto por el deporte que el ama.”

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