“Pasen adelante, les tengo reservado unos asientos” El día que vi de cerca a Dante Gebel


Recientemente, Dante Gebel estuvo de visita en Puerto Rico. Confieso, que mi esposo y yo somos muy edificados con la palabra que comparte. Además que tiene un estilo de llevar la palabra que solamente Dios le ha dado a él. Intentamos previo a su visita una entrevista por Skype, que nunca se pudo dar. El cambio de hora entre Puerto Rico y California (4 horas) nos jugó algunas confusiones entre el staff de Dante y nosotros para coordinarnos, el programa de Outlook no quiso funcionar al momento de enviar el email con los detalles de la entrevista. Bueno, nos dimos por vencidos de tener una conversación un poco más personal. Compramos nuestro boleto, y dijimos “bueno lo vemos, al final lo que deseamos es ir a un evento suyo”.
Mi esposo continuó conversación con el equipo de Dante Gebel, y quedamos a su disposición. Llegó el día del evento. Como todos hicimos nuestra fila o cola. De repente, mi esposo pudo reconocer al joven que estaba validando los boletos. Lo llamó por su nombre, y se presentó. Para nuestra sorpresa, una persona que viaja el mundo, y con cerca de 3 eventos al mes, se acordó de mi esposo. Mi cara cuando todo eso se daba era de total impresión. Se imaginan cuando se quedan viendo algo apetecible en una vitrina, pues así. Por algún tiempo hemos pasado desapercibidos, uno se acostumbra. Pero ésta vez no fue así.
El joven del staff de Dante Gebel nos dice “pasen adelante, les tengo reservado unos asientos”. Ahí sí que me frisé, y no lo podía creer. Como es que “ésta jíbara de Toa Alta Puerto Rico tenía aguardado dos asientos al frente” pensaba yo. Yo esperaba verlo desde la mitad del auditorio. Nos movimos al frente, esperamos que abrieran las puertas, y allí nos sentamos: al frente. No tengo que decirles que había una señora que nos miraba como si nos hubiésemos colado. Yo me imagino que en su mente decía “y estos dos que se creen”. Porque justo detuvieron la fila cuando ella iba a entrar, para darnos paso a nosotros. Y luego nos ve al frente.
Previo a que comenzara todo, me puse a pensar en la bondad de Dios. En que su bondad y favor permitió todo lo que ocurrió en la fila. Miré a ambos lados del auditorio y veía como la gente se acomodaba y pensaba “que hago aquí al frente”. Comenzaron a llegar personas que dirigen emisoras de radio en Puerto Rico, pastores, personalidades y se sentaron justos al lado nuestro. ¡Wao! era lo único que pasaba por mi mente. La afirmación que recibió mi corazón fue “te estoy posicionando, y éste es tu lugar”. Mas allá de unas sillas al frente, Dios se refiere al plan que tiene para mí, mi casa y mis generaciones.
¡Eventos arreglados!
¡Eventos arreglados eso fue lo que vivimos en la fila! Si le dices a Dios “heme aquí”, está en la expectativa de eventos arreglados desde la eternidad para poner en marcha su plan en ti. No importa cuantos años pasen, o si te han pasado desapercibido(a). Cuando decimos “heme aquí”, hay que dejar mucho atrás. Viejas maneras de pensar, viejas maneras de vivir, personas, lugares. Cuando Dios decide que es contigo, hay que poner atención a su instrucción para ejecutar conforme a su plan. Sólo así podrás vivir en los eventos arreglados del Padre, y accionar conforme a tu función.
Estoy segura, que Dios tiene para ti eventos arreglados para dar continuidad a su plan. Y en su plan estás. Atiende a su llamado. Para mí, éste evento marcó algo en el mundo espiritual en lo que Dios a predestinado para mi casa. Se que para ti será igual y mayor. El plan de Dios no se detiene, y no va en deceso. El plan de Dios nada lo detiene, y van en ascenso.
¡Camina, corre a lo que Dios tiene preparado para ti!
