Ante el temblor no está mal temblar


“¡Está temblando!” Es la frase que en estos últimos días ha ocupado el “primer lugar” de nuestras conversaciones, medios de comunicación, prensa escrita y la avalancha de mensajes y fotos en las redes sociales. Muchos comienzan a dar sus opiniones de “sismología criolla” (que según los expertos en la materia) están TOTALMENTE fuera de la realidad de los que está acontenciendo. Opiniones desinformadas que provocan respuestas emocionales intensas. Los últimos eventos no habían sido experimentados por esta generación. Hablar de temblores para nuestros abuelos y/o bisabuelos quizás es un vocabulario más conocido. No es así en este tiempo. “Puerto Rico tiembla todos los días”, hemos escuchado. ¡Cuán palpable se ha hecho esa realidad! Lo que no podemos negar es el estado de preocupación, ansiedad e incertidumbre que traen como secuela todos estos eventos. Sentir la amenaza a la seguridad y la vida una vez más, luego de la experiencia del Huracán María desestabiliza la salud emocional no solo de un individuo sino de un pueblo entero. Reaccionar con lágrimas, gritos y correr durante un temblor es sinónimo de estar mal? La respuesta es “NO”…
Es importante saber que dicha reacción es parte de nuestro sistema nervioso central el cual se conoce como reacción de lucha o huida (fight or flight response en inglés) es una respuesta fisiológica ante la percepción de daño, ataque o amenaza a la supervivencia. Nuestro cuerpo fue diseñado entre otras cosas para protegerse y luchar en caso de que la seguridad del individuo esté en riezgo. Es por esto que nuestras reacciones en estos días se pueden catalogar como esperadas y correctas, congruentes con las circunstancias. Las reacciones que debemos evitar son el pánico y terror ya que estas nos llevan a no pensar de forma correcta y podrían paralizarnos en el momento donde debemos actuar a favor de nuestra seguridad. Más aún a tomar decisiones equivocadas durante la emergencia que podrían ser perjudiciales o causar hasta la muerte.
En resumen, este tipo de experienica y momento histórico del cual estamos siendo parte nos debe llevar a evaluar un vez más nuestra responsabilidad como personas de ser preventivos vs reactivos. Este momento llegará a su fin en algún momento. Es entonces donde debemos sentarnos como personas, familias, sociedad a evaluar, aprender de los errores cometidos y establecer planes preventivos. Pero en lo que todo vuelve a la normalidad, les ofrecemos recomendaciones sobre antes, durantes y despúes de un terremoto (Cruz Roja):
Antes del terremoto:
- Anticípate al peligro identificando los sitios de alto riesgo de tú casa, centro educativo o lugar de trabajo.
- Reúne a tú familia para definir de forma participativa el plan de emergencia en caso de un sismo, así como las rutas para evacuación de la vivienda.
- Asegúrate de conocer la ubicación y la forma de cerrar los registros de agua, gas y dónde cortar la electricidad.
- Mantén siempre listo tú mochila para emergencias con botiquín de primeros auxilios, radio y pilas (baterias) con repuesto, linterna y pito, reserva de comida y agua, verificando con frecuencia la fecha de vencimiento y su estado y un plástico para la intemperie.
Durante el terremoto:
- Mantén la calma. No salgas corriendo, evita el pánico puede ser tan peligroso como el terremoto.
- Activa tú plan familiarde emergencia. Sigue las rutas de evacuación previamente establecidas.
- Si estás dentro de una edificación y no puedes salir, busca un sitio seguro para protegerte.
- Aléjate de las ventanas, bibliotecas, espejos, plantas colgantes, y otros objetos pesados que puedan caer.
Después del terremoto:
- Verifica el estado de tú casa o lugar de trabajo antes de reingresar. Si observas grietas, muros inclinados o escuchas crujidos o ruidos de rompimiento no ingreses hasta que tú vivienda haya sido revisada por personal experto.
- Interrumpe tan pronto sea posible los servicios de gas, agua y electricidad.
- Reúne a tus familiaresen un lugar seguro.
- Si te encuentras atrapado, avisa mediante gritos, ruidos, pitos o si te es posible a través de tú teléfono celular.
- Verifica si están funcionando los teléfonos o celulares, y sólo úsalos por periodos cortos.
- Si estás en capacidad de hacerlo, aplica los primeros auxilios a las personas lesionadas.
- Realiza un listado de los recursos con los que cuentas dentro de tú comunidad para la seguridad de todos.
Por último y no menos importante, reúnete a dialogar con otros pero de forma racional y que el tema de los temblores,terremotos, sismos (todos sinónimos) no sean el centro de la conversación.
“No olvides que “En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder; cada mañana cantaré con alegría acerca de tu amor inagotable. Pues tú has sido mi refugio, un lugar seguro cuando estoy angustiado.Oh Fortaleza mía, a ti canto alabanzas, porque tú, oh Dios, eres mi refugio, el Dios que me demuestra amor inagotable.”
Salmo 59: 16-17
