“Artista” NO es una mala palabra


“Aquí no estamos buscando artistas, estamos buscando adoradores”.
Por mucho tiempo he escuchado esta oración o una de sus variantes. Entiendo el corazón detrás de ella. Básicamente, lo que trata de expresarnos es que para seleccionar a las personas no nos vamos a enfocar en sus talentos, sino en su corazón. No hay nada de malo en esa posición.
Sin embargo, la oración es una expresión errada.
Antes de que la palabra “hereje” empiece a formarse en tu mente, permíteme explicarte a qué me refiero. Ciertamente, no todos los artistas son adoradores, pero tampoco todos los adoradores son artistas. Es por eso que es meritorio entrar a la raíz del asunto, observando lo que la Biblia nos habla al respecto.
Los Artistas
Para hablar de los artistas tenemos que ir a uno de los momentos más importantes donde Dios hace referencia a los artistas. Esto lo encontramos en Éxodo 31, 35:30-35 y 36:1-7. En estos pasajes, el Señor le habla a Moisés acerca del llamado que Él le hizo a Bezaleel (un artista) y a otro grupo de hombres (también artistas). A estos hombres, el Señor los llenó de una serie de herramientas espirituales con un propósito específico: construir el tabernáculo y todo lo relacionado con el sistema de adoración en él.
De entrada, la Biblia es clara en que el llamado artístico es un llamado legítimo que proviene directamente de Dios, al igual que el llamado al pastorado, evangelismo, etc. Es por eso que NO es menos importante. (Si quieres conocer más acerca de la historia de Bezaleel y sus compañeros te invito a estudiar las Escrituras que te mencioné y leer el libro “Bezaleel” de la Dra. Alma Villegas.)
Los artistas son llamados por Dios, dotados por Él de manera sobrenatural para cumplir una asignación importante, y con un ministerio tan serio como todos los demás. Para decirlo en arroz y habichuelas: NO son los muchachitos que llamamos cuando queremos hacer algo lindo en la iglesia. Son ministros de la Palabra de Dios.
Por otro lado, el diccionario de la Real Academia Española define la palabra “artista” como:
“Persona dotada de la capacidad o habilidad necesarias para alguna de las bellas artes”.
Los artistas son personas dotadas por Dios con la capacidad o habilidad necesarias para alguna de las bellas artes y sus derivados.
Los Adoradores
Vayamos entonces a los adoradores. ¿Qué dice la Biblia acerca de los adoradores?
Si vamos a la Escritura más famosa que nos habla acerca de los adoradores encontramos que nos dice:
“Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren”.
– Juan 4:23
Primero, encontramos que dice “verdaderos adoradores”, lo que nos indica que existen personas que son “falsos adoradores”. Aquí vemos lo que debemos ser, verdaderos adoradores. Lo próximo que nos dice es que los verdaderos adoradores “adorarán al Padre”. Esto nos habla de a quién debe ir dirigida nuestra adoración. Luego nos dice, “en espíritu y en verdad”. Aquí vemos cómo vamos a adorar. Y termina diciendo que ese tipo de adoradores son los que el Padre busca que lo adoren.
Así que el Padre está buscando verdaderos adoradores que lo adoren a Él en espíritu y en verdad. El foco principal de la vida de TODOS los hijos de Dios, es ser ese tipo de adoradores. Independientemente de nuestra función en el cuerpo de Cristo, de nuestro llamado, ministerio, profesión o intereses, primeramente tenemos que ser verdaderos adoradores.
El Padre no está buscando adoradores, está buscando “VERDADEROS adoradores”.
¿Adoradores, NO Artistas?
Teniendo en consideración lo que acabamos de ver, regresemos entonces a la oración del principio, “Aquí no estamos buscando artistas, estamos buscando adoradores”. ¿Por qué pienso que esta oración es errada?
Primero, la oración propone que ser artista y ser adorador es mutuamente exclusivo. Nos hace pensar que tengo que escoger entre ser un adorador o ser un artista. Bíblicamente eso es falso. Independientemente del área en que me desempeño, estoy llamado a ser un verdadero adorador, y ser artista simplemente indica que estoy dotado por Dios para desempeñarme en algún arte. Soy un verdadero adorador y soy un artista. Al igual que soy un verdadero adorador y soy un padre, maestro, hijo, etc.
Segundo, la oración le da una connotación negativa a la palabra “artista”. Nos hace pensar que ser artista es ser carnal, mientras que ser adorador es espiritual. Sí, yo entiendo que como cristianos nos gusta usar palabras que suenan más espirituales para demostrar nuestro léxico religioso, y como resultado nuestro nivel de madurez espiritual. Sin embargo, en el caso de la oración anterior, no nos hace ver más espirituales. En realidad, nos hace ver con menos conocimiento, especialmente muestra nuestra ignorancia relacionada al ministerio de los artistas.
Tercero, es una oración que llega al prejuicio. El prejuicio es una opinión previa acerca de algo que desconocemos. En otras palabras cuando alguien dice que es un “adorador”, en lugar de usar la palabra “artista”, o “cantante”, o “músico”, tenemos la opinión de que esa persona es más espiritual. De igual manera, muchas personas (evidentemente no todas), cuando alguien dice que es un “artista”, inmediatamente sienten un sabor negativo en su paladar espiritual.
Cuarto, es una oración sumamente inconsistente. Digamos que necesitamos llenar nuestra planilla de contribución sobre ingresos. Para hacerlo necesitamos un contador (o contable como le llaman la mayoría de las personas). Nadie dice, “Aquí no estamos buscando un contable, estamos buscando un adorador”. O si necesitamos a alguien que nos construya la iglesia. No decimos, “Aquí no buscamos un contratista, estamos buscando un adorador”. O si tenemos una nueva congregación, no decimos, “Para esa congregación no queremos un pastor, queremos un adorador”. Ciertamente, queremos que el contable, el contratista, el pastor y cualquier otra persona en el cuerpo de Cristo sea un adorador- o mejor dicho un verdadero adorador- pero no sentimos la necesidad de hacer ese calificativo con ellos.
Con los artistas es diferente
¿Por qué con los artistas es diferente? Sencillamente, porque desconocemos su ministerio. Porque nos hemos dejado influir con la imagen de “artista” que el mundo ha pintado. Porque estamos confundiendo a los “artistas” con “celebridades”. Imagínate, si yo hablo de un “artista cristiano”, la mayor parte de las personas no piensan en alguien que se desempeña en las artes, piensan en algún cristiano “famoso”.
El problema con esto es que tenemos un montón de artistas que no se atreven a decir que son artistas, ya sea porque desconocen la importancia y seriedad de su ministerio, o porque no quieren ofender a nadie. Viene a mi mente ciertas ocasiones en las que he dicho que soy un artista y, al ver la mirada extraña que me dan, he tenido que explicar que lo digo porque me desempeño en las artes, no porque soy famoso.
¿Por qué aun siento la necesidad de tener que explicarme cuando uso la palabra “artista”? Quizás es inmadurez espiritual que me lleva a hacerlo, quizás no quiero “ofender” o quizás quiero aprovechar la oportunidad para educar un poco. No lo sé. Lo que sí sé, es que nunca he escuchado a un chef tener que explicar porqué usa la palabra “chef” para describirse en lugar de la palabra “adorador”. Dicho sea de paso, los chefs también son artistas.
En Puerto Rico, le llamamos “mala palabra” a las palabras soeces u ofensivas. De algo estoy seguro, “artista” NO es una “mala palabra”. No. Artista describe lo que Dios llamó a hacer a algunos de nosotros. Quizás debemos enfocarnos más en lo que el Espíritu Santo desea hacer con las artes en lugar de aferrarnos a simples debates de retórica. De esta manera, veremos los milagros, señales y prodigios que Papito desea hacer a través de las artes.
Así que artistas, levántense a ejercer su ministerio sin vergüenza alguna.
Hasta la próxima semana,
///Julito

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