Chocolate caliente


Hace tiempo, leí la historia de un padre que buscaba diligentemente la manera de salvar a sus dos hijas de caer en la drástica estadística de jóvenes que practican la promiscuidad sexual. Como todo padre que ama a sus hijos, este no se limitó al hecho de orar por ellas. Quería ir mas allá. Deseaba impactar su corazón. Eso les recordaría lo valiosas que eran para el y para Dios. Al pasar los días, se le ocurrió la grandiosa idea de tener citas constantes con ambas princesas. De tanto en tanto se tomaba el tiempo para cenar con una de ellas tratándolas como verdaderas princesas. Desde abrirles la puerta del auto, hasta regalarles rosas de tanto en tanto. La idea era sembrar en ellas un modelo o nivel de trato que ellas merecían mínimamente.
En cierta manera, estaba logrando que sus princesas no aceptaran a nadie que nos las tratara de la misma manera que el padre lo hacia. Esa fue la manera de enseñarles que nunca debían mendigar amor o atención de ningún chico. Pero el mayor logro, fue el de proteger su corazón para no caer en manos equivocadas. Como es de suponerse. Ambas se casaron con buenos chicos que las respetaron hasta el día de su matrimonio. Cumpliéndose así, el propósito del padre. Crear momentos en la vida de sus princesas para endulzarles el alma, en lugar de que un chico les endulzara los oídos.
Esta historia me enseño un principio eterno. Y es el de que crear momentos en la memoria de nuestros seres queridos. Ya que este es el regalo más valioso que podamos ofrecerles. Tiempo de calidad es el tesoro más grande que los padres podemos dar a los hijos. De no hacerlo, no culpemos a la cultura, a las escuelas, al sistema o al trabajo de los estragos que puedan causar en ellos. Debemos cuidar nuestro circulo intimo.
El tiempo es el tesoro mas valioso que los seres humanos tenemos. No lo malgastes en cosas pasajeras. Inviértelo en quienes son eternos.
Respecto al matrimonio. Tiempo de calidad es la mayor expresión de amor hacia tu pareja. Cuando comparten momentos, están protegiendo su intimidad que es la base de todo buen matrimonio.
“¿Hoy no vamos a ir a tomar chocolate caliente?”
Hoy he puesto en practica este principio con mi pequeña de tres años. Aunque todavía no salimos a cenar, opté por salir con ella a tomar chocolate caliente. Ella adora tener estos momentos y casi todos los días me pregunta: “¿Hoy no vamos a ir a tomar chocolate caliente?”. Obviamente no es posible todos los días, pero si me esfuerzo por hacerlo un par de veces cada semana. Algunas veces no tengo animo, ni tengo fuerzas después de diez o doce horas de trabajo, pero me recuerdo que estos momentos a su lado pronto pasaran sino los aprovecho. Ella está creciendo muy rápido y en un abrir y cerrar de ojos ya no estará conmigo.
Al final de nuestras vidas, lo único que ha habrá valido la pena es saber que aprovechamos bien nuestro tiempo sobre esta tierra y que fuimos capaces de provocar dulces momentos en aquellos en quienes más amamos.
Hoy es un buen día para para detener tu rutina e invitar a esa persona especial en tu vida a sentarse contigo para crear un bello momento. La navidad es el mejor tiempo para compartir en familia, amigos y ser agradecidos. Y una de las mejores maneras, es invitándoles una buena taza de chocolate caliente.
Feliz Navidad a todos y recordemos que Jesús es la razón de nuestra celebración.
-Misael Coto
