Ciudadanos cuestionan estudios de la doctora que afirma que ha atendido a “hombres gestantes”


Unas expresiones de la doctora Yari Vale Moreno en las recientes vistas públicas del proyecto 693 que busca regular el aborto en Puerto Rico han causado revuelo entre los ciudadanos. La también abortista declaró a preguntas de la senadora Rodríguez Veve que ella ha atendido a “hombres gestantes”. Y las redes hablaron.
“Esa tiene diploma de medicina de una cajita de sorpresas. Hombre gestante? Jaja”.
“Esa Doctora necesita ir a estudiar otra vez…para q pueda identificar los géneros y órganos del hombre y la mujer…porque nunca un hombre podrá quedar embarazado …no tiene matriz ni ovarios para que pueda reproducir..q le pasa a las personas y a una Doctora…wow”.
“Esa es la pobre validez que tiene su pericia medica. Un medico/profesional de salud que afirme la validez de “un hombre gestante”, perdió el tiempo en la universidad. Según su lógica, su título es un engaño, pues lo que estudió se basó “en mentiras” según su forma de ver la vida; no de la ciencia. Yo no podría poner mi bienestar físico en manos de alguien como ella. Gracias a Dios que no le sometió al lenguaje inclusivo.”
“¿Y esa señora se considera doctora? De verdad perdió su tiempo cuando estudio medicina. No se qué especialidad tendrá, pero mi salud no la pondría en sus manos.”
Esos son solo algunos de los comentarios de ciudadanos al conocer las expresiones de la doctora Vale.
Tras una búsqueda rápida en internet pudimos confirmar que solo la mujeres pueden gestar. Aquí algunos detalles encontrados:
En el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células sexuales, o gametos. El gameto masculino, o espermatozoide, y el gameto femenino, u óvulo, se unen en el sistema reproductor femenino. Cuando un espermatozoide fertiliza (se une) a un óvulo, este óvulo fertilizado recibe el nombre de cigoto. El cigoto atraviesa un proceso en el que se convierte en embrión y se desarrolla hasta ser un feto.
Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
- El aparato reproductor femenino permite que una mujer:
- produzca óvulos
- tenga relaciones sexuales
- proteja y nutra al óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
- dé a luz
- La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales denominados gónadas (ovarios) que producen los gametos femeninos (óvulos).
- Los ovarios forman parte del sistema endocrino, porque producen las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.
Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días cercanos a la ovulación de la mujer, es probable que haya una fertilización. Cuando el hombre eyacula (despide semen por el pene), una pequeña cantidad de semen queda depositado en la vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay millones de espermatozoides que “nadan” hacia arriba desde la vagina, a través del cuello uterino y el útero, para unirse al óvulo en la trompa de Falopio. Solo hace falta un espermatozoide para fertilizar un óvulo.
Entre 5 y 6 días después de que el espermatozoide fertiliza al óvulo, el óvulo fertilizado (cigoto) ya es un blastocisto multicelular. Un blastocisto tiene el tamaño aproximado de una cabeza de alfiler y es una bola hueca de células con líquido en el interior. El blastocisto se entierra en el revestimiento del útero, denominado endometrio. Una hormona, el estrógeno, hace que el endometrio se ensanche y llene de sangre. La progesterona, otra hormona liberada por los ovarios, mantiene el endometrio ensanchado con sangre para que el blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del útero y absorber los nutrientes que hay en ella. Este proceso recibe el nombre de implantación.
A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes, comienza otra etapa de desarrollo. En la etapa embrionaria, las células internas conforman un círculo aplanado denominado “disco embrionario”, que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las células externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del bebé. Las células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones hasta transformarse, finalmente, en el embrión.
Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño similar al de una frambuesa, pero ya están formadas prácticamente todas sus partes (el cerebro y los nervios, el corazón y la sangre, el estómago y los intestinos, los músculos y la piel).
Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la fertilización hasta el momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la multiplicación, el movimiento y el cambio de las células. El feto flota en el líquido amniótico que se encuentra dentro del saco amniótico. Recibe oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta. Esta estructura, similar a un disco, se adosa al revestimiento interno del útero y se conecta con el feto a través del cordón umbilical. La membrana y el líquido amniótico protegen al feto de los golpes y sacudidas que pueda sufrir el cuerpo de la madre.
El embarazo dura un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el bebé está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y este comienza a relajarse y ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia la vagina y a través de ella. En el cuello del útero, la mucosidad habrá formado un tapón que comienza a aflojarse. Cuando la madre rompe bolsa, el tapón y el líquido amniótico salen a través de la vagina.
Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes del útero se contraen por la estimulación de una hormona pituitaria, la oxitocina. Las contracciones hacen que el cuello del útero se ensanche y comience a abrirse. Después de varias horas de ensanchamiento, el cuello del útero se dilata (se abre) lo suficiente como para que el bebé salga. El bebé es empujado hacia afuera del útero, a través del cuello del útero y a lo largo del canal de parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé. El cordón umbilical sale junto con el bebé. Una vez que el bebé nace, se sujeta el cordón con una pinza y se lo corta a la altura el ombligo.
La última etapa del proceso de parto, que se denomina “posparto”, es la expulsión de la placenta. Después de que se separa del revestimiento interno del útero, las contracciones de este la empujan hacia afuera, junto con las membranas y los líquidos.
Fuente: kidshealth.org

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