¿Cómo tener una relación de pareja saludable con hijos de matrimonios anteriores?

¿Cómo se puede tener una relación de pareja saludable cuando se tienen hijos (as) adolescentes de ambas partes, frutos de matrimonies anteriores, partiendo de que ambos son cristianos y le sirven a Dios?

Cuando hay parejas que se casan teniendo hijos en común necesitan establecer un diálogo sincero donde pongan normas entre ustedes y sus hijos ya que debe existir la armonía entre todos en la familia y pero también límites entre ellos a la hora de relacionarte con tu pareja. Es importante que ellos respeten esa privacidad.

En Génesis 2:23 nos dice: “Dijo entonces Adán: esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.”

En otras palabras, somos uno como pareja y eso no debe cambiar porque tengamos hijos de relaciones anteriores. El comprender que mi pareja se interesa y me aman porque es parte de mi vida es la prioridad absoluta. Segundo el que tengamos hijos en común nos debe unir también a ellos también porque el hijo (a) de mi cónyuge se convierte en parte mía.

Por otro lado, es importante que ellos entiendan que no has llegado a romper con la relación entre papa e hijo o mama e hijo sino que tu amor puede enriquecer la familia. Los hijos adolecentes pueden celar a la nueva pareja por esta razón es de suma importancia entender que a la hora de establecer una relación con tu pareja la estableces con todo lo que conlleva esa nueva responsabilidad.

Recomendaciones:

• Establece también buenas relaciones con el padre o la madre de sus hijos.
• No critiques ni digas palabras hirientes.
• Busca intereses comunes que te acerquen a los hijos de tu nueva pareja para que de esta forma puedas integrarte a sus vidas. Al ellos ver tu interés por sus cosas y no solo tu interés por tu nueva pareja se interesaran por ti también.
• Se firme con las normas del hogar pero con amor.
• No busques que te llamen papá o mamá y que te ganes su amor. Esto es muy importante, especialmente cuando son hijos adolescentes y su etapa de vida exige mucha comprensión.

Es de suma importancia entender que al casarme yo me estoy casando con todo lo que él o ella es. Mi amor debe trascender mis propios intereses. Y sobre todas las cosas, fundamentar mi vida matrimonial en la palabra que es el manual de instrucciones para una relación saludable.

Lea Colosenses 2:2: “Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.”