¿Cuándo fue que comenzamos en nombre del progreso, a establecer “DERECHOS” que nos deterioran como sociedad?


Hace tanto tiempo atrás cuando me criaba, las cosas eran diferentes, recuerdo que nuestros padres nos inculcaban decir buenos días, buen provecho, buenas tardes y gracias. Nos enseñaban modales, era bastante común ver esto.
Había un énfasis en respeto a los mayores, recuerdo claramente como si fuera hoy a mi papá decir “A los mayores se respetan”. Los ancianos se respetaban como gente de sabiduría, era algo que nos repetían de diferentes maneras y constante cuando se reunían los tíos en casa de la abuela y no los interrumpía, nos decían…”usted hablan cuando las gallinas….”
No quiero decir que todo era perfecto y que no se cometieron errores, pero se mantenía la instrucción y la corrección a los hijos. Estamos diseñados para ser criados por papá y mamá en un hogar para recibir amor, instrucción, protección, alimento, techo, cuidado, afecto y corrección entre otras cosas. Como está escrito “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”
Es una encomienda de papá y mamá que tiene una gran promesa. Según fuimos perdiendo esa práctica, también se fue perdiendo algo muy importante y necesario para los hijos “LA CORRECCIÓN“.
Para un hijo, la corrección es vital para su desarrollo y crecimiento saludable y balanceado, es la clave para que crezca y se convierta en un ciudadano de bien en la sociedad, Por otro lado, la ausencia de la disciplina produce rebeldía en un hijo. Está escrito “El padre al hijo que ama disciplina y corrige”.
Como hijos recibimos amor cuando somos corregidos y disciplinados, un hijo se siente amado, percibe que es importante, que lo están atendiendo y cuidando, aunque es cierto también que no gusta ser disciplinado.
He sido testigo a través de los años de tener la oportunidad de ayudar a jóvenes con algún problema y cuando hemos intervenido y los corregimos, sus expresiones son de acercarse, nos demuestran afecto y respeto, a diferencia de lo que uno pueda pensar, en ocasiones han expresado “nunca nadie ha hecho esto conmigo”. Recuerdo cuando una Chancleta, correa, o una varita de gandul ayudaban hacer este trabajo, también sabemos que hubo ocasiones en que de corrección pasó a maltrato, y eso lo repudiamos y sabemos que no está bien
¿Cuándo fue que abandonamos lo que está bien? ¿Cuándo fue que comenzamos en nombre del progreso, a establecer “DERECHOS” que no aportan y que cada vez más nos deterioran como sociedad?
Recuerdo cuando se respetaban a los maestros y si llegaba una nota del maestro a la casa, mis padres iban a la escuela y le agradecían al maestro por intervenir corregir y cuidar de mí, pero hoy el maestro no es respetado, si envía una carta los padres se molestan y hasta lo insultan y les dan la razón a los hijos.
Estamos a tiempo para hacer
Estoy de acuerdo con el progreso, el avance de la tecnología, pero…¿Porqué perder lo que estaba bien? Hoy la televisión, YouTube, tablets y computadoras son los cuidadores y maestros de nuestros niños. Cada día la interacción con los hijos es menos por el tiempo de trabajo, llegar a hacer tareas, cocinar, atender cosas de la casa y la tecnología toma su lugar y no nos damos cuenta que se habre un abismo. Se van deteriorando y corrompiendo los cimientos como familia.
Se que trabajamos para mejorar sus condiciones de vida, darles un mejor futuro, darles lo que no nos dieron a nosotros…pero, ¿Vamos a perderlos? ¿Nos va a costar la familia o su bienestar? Tenemos que replantearnos algunas cosas.
Dale lo que ellos necesitan, lo que ellos no saben que necesitan
Dale lo que ellos necesitan por diseño, no todo lo que quieren. Dale lo que ellos no saben que necesitan, mejor enséñales lo que no te enseñaron, sana tu niño interior para que puedas darle lo que ellos necesitan y no lo que no te dieron. Dales tiempo de calidad, amor, comprensión, instrucción, corrección, disciplina…estas cosas no te cuestan dinero, todas las tienes tú, te darán el resultado que no tiene precio, todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, y decimos estar dispuestos a hacer cualquier cosa por ellos, hagamos por ellos.
Ellos lo necesitan, nuestra sociedad lo necesita. Esta generación lo GRITA.
Es en nuestra casa donde todo comienza, es en la casa su primer aula para ser formado y educado, es nuestra asignación instruirlos en el camino.
Esto no lo hará la tecnología ni la escuela ni el colegio, nos toca a los Padres.
Hoy es un buen día para comenzar.
Escrito por Jesús “Tito” Rivera
