Derribando los argumentos que nos limitan


A lo largo de los años he conocido a muchas personas que han recibido en su corazón proyectos de parte de Dios, pero cada año pasa sin que los realicen. Este año eso va a acabar. Este año vamos a derribar los argumentos que tratan de impedir que cumplamos con el propósito de Dios en nuestra vida. Esos argumentos son armas que usa el enemigo para tratar de limitarnos.
Veamos 5 argumentos que tratan de limitarnos para que no llevemos a cabo los proyectos que Dios puso en nuestro corazón.
“No tengo tiempo”
Todos tenemos las mismas 24 hrs. La diferencia está en cómo las administramos. Para que tengas tiempo de hacer esos proyectos que Dios puso en tu corazón, comienza eliminando las distracciones que consumen tu tiempo. De igual manera, establece prioridades claras. Entre ellas, anota el proyecto que Dios puso en tu corazón. Es posible que tengas que levantarte más temprano o acostarte más tarde para trabajar en ese proyecto, hazlo. La mejor inversión de tiempo está en hacer la voluntad de Dios.
“Es posible que falle”
A nadie le gusta fallar. Sin embargo, en lo natural, fallar es una posibilidad. Sin embargo, en lo espiritual, todas las cosas les ayudan a bien a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados. Por otro lado, puedes minimizar las posibilidades de fallar con una buena preparación. Obtén toda la información que necesites para ejecutar el proyecto. Aunque exista la posibilidad de fallar, si Dios fue quien puso el proyecto en tu corazón, y estás siguiendo sus direcciones, Él te dará la victoria.
“Soy demasiado viejo”
Nunca es demasiado tarde para cumplir tus sueños. Nunca es demasiado tarde para ejecutar los proyectos del reino de Dios. Moisés tenía 80 años cuando regresó a Egipto a liberar al pueblo. Caleb tenía 85 años cuando tomó su heredad. Abraham tenía 100 años cuando nació Isaac. La edad es solo un número. Nunca es demasiado tarde para empezar.
“No tengo dinero”
No permitas que la falta de financiamiento te limite. La realidad es que siempre sentimos que hará falta más dinero para hacer nuestro proyecto. ¿Qué puedes hacer? Comienza con lo que tienes. ¿Qué es lo que tienes a tu alrededor? Comienza con eso. Es posible que, al principio, el proyecto o el sueño no se verá como te lo imaginaste, pero lo importante es comenzar. Da el primer paso y nunca menosprecies los pequeños comienzos.
“Tengo miedo”
Todos hemos sentido temor en algún momento. Cada vez que vamos a hacer algo nuevo, el temor viene a atacar nuestra vida. El temor es una de las herramientas más efectivas que usa el enemigo para evitar que llevemos a cabo lo que Dios nos llamó a hacer. Si sientes temor, de todas maneras haz lo que Dios te dijo.
El perfecto amor hecha fuera el temor. El punto no es si sentimos o no sentimos temor. El punto es qué hacemos con él. ¿Qué vamos a hacer con el temor? Ignóralo. Enfócate en lo que Dios te llamó a hacer. Pon tu mirada en Cristo y todo saldrá bien.
No importa el argumento que se levante en tu mente, derríbalo con la Palabra de Dios. Recuerda la promesa que nuestro Padre nos dice en Salmos 138:8- “Jehová cumplirá su propósito en mí”.

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