EL REGRESO DEL MISIONERO – SEGUNDA PARTE

TÚ Y LAS MISIONES – En su libro “Sirviendo al enviar obreros”, Neal Pirolo comienza con la historia de una joven que intentó suicidarse, luego de regresar del campo. Fuerte, verdad? Normalmente las personas la juzgarían, pero qué llevó a esta joven a intentar quitarse la vida? Era una joven profesional que había invertido seis meses en una experiencia transcultural en un país violento. La experiencia le enriqueció, pero también le impactó fuertemente. Buscaba con quien hablar y compartir lo que había vivido; pero nadie se interesaba. Ni el pastor, ni líderes de la iglesia se interesaban. Más bien la acusaban de ser poco espiritual. La chica el perdió el sentido a la vida. Gracias a Dios se le pudo atender a tiempo. Conozco el caso de otra joven que regresó de un país en Africa. Ella también era profesional. Algo le afectó que nunca supimos y se le encontró cuando ya era muy tarde.

Necesitamos atender a nuestros misioneros al regresar del campo. La vez pasada hablamos de la importancia de proveerles apoyo espiritual. También necesitan apoyo ministerial, según nos comparte el pastor Vallellanes. “El periodo de adaptación a su cultura va a depender de los años en que el misionero estuvo fuera de su país. Una vez éste está ubicado y recuperado, puedo afirmar que en términos generales, los misioneros esperan que sus experiencias en el campo puedan enriquecer a la iglesia local. Ellos esperan que sus pastores los ocupen en el ministerio. Es muy conveniente, entonces, coordinar con ellos estas aportaciones, proveyendo un espacio para que ministren dentro y fuera de la iglesia. La realidad es que muchas veces esto no pasa debido a que las iglesias no tienen programas para recibir a sus misioneros. Antiguos paradigmas hasta sostenía que si un misionero regresa del campo, se sale de la voluntad de Dios.”

El misionero que regresa del campo tiene un caudal de experiencias y vivencia que pueden ayudar mucho en el ministerio local. La Biblia registra que cuando Pablo y Bernabé regresaron de su primer viaje se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos (Hechos 14:27-28). Ellos tienen una gran aportación que hacer en la preparación de nuevos candidatos a misioneros y en la movilización de la iglesia. Ayudan a conocer cómo podemos servir mejor y ser más efectivos en nuestra tarea misionera, así como Pablo y Bernabé fueron instrumentales para abrir los ojos de la iglesia hacia el alcance a los gentiles (Hechos 15).

Iglesia, preparémonos para apoyar adecuadamente a nuestros misioneros al regresar del campo. Ellos y sus familias necesitan que les brindemos apoyo espiritual y espacio para continuar desarrollándose ministerialmente. De igual forma, necesitan apoyo económico. Seguimos con este tópico la próxima semana.

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