Jefe de Bomberos despedido por hablar contra la homosexualidad gana caso en el tribunal


Otra victoria importante para la libertad religiosa en Estados Unidos
El 9 de enero de 2015, escribí un artículo titulado: “El alcalde de Atlanta declara la guerra a la libertad religiosa”. Ahora, más de tres años y medio después, ha prevalecido la cordura y se han preservado las libertades religiosas. Atlanta debe pagar.
El caso involucró al Jefe de Bomberos Kelvin Cochran, un hombre que había servido a la ciudad de Atlanta por más de 30 años, trabajando con distinción y sin tacha. Pero cuando él mismo publicó un libro de 160 páginas para su iglesia, activistas gays se levantaron en su contra, exigiendo que lo despidieran.
¿Cuál fue su crimen?
En su tiempo libre y con su propio dinero, se atrevió a escribir un libro que contenía unas pocas líneas -sí, sólo unas pocas líneas- que hablaban en contra de la práctica homosexual. (Y note que él también habló en contra de otros pecados sexuales, basado en las Escrituras.
Según Cochran, lo hizo con la debida autorización de sus autoridades, e incluso le dio una copia al alcalde, quien, según Cochran, prometió leerlo.
Pero a instancias de activistas LGBT, Cochran fue suspendido primero por 30 días sin paga (¡en serio!), se le ordenó que fuera a un entrenamiento de sensibilidad y luego fue despedido.
Para añadir un insulto a la herida y locura del circo, el alcalde Kasim Reed explicó que Cochran fue despedido porque, “No discriminaremos por motivos de raza, género, religión, credo, orientación sexual, capacidad física o identidad de género”.
Esta es una línea para que George Orwell se sienta orgulloso: “Porque no discriminaremos en base a la religión, te despedimos por tus creencias religiosas.”
Afortunadamente, la cordura ha prevalecido y la libertad religiosa se ha preservado. Como informó el Daily Wire, “Atlanta pagará $1.2 millones al jefe de bomberos cristiano después de violar sus derechos de la Primera Enmienda”.
Le deben pagar 1.2 millones
El fallo inicial a favor de Cochran volvió en diciembre de 2017. Ahora, el ayuntamiento “acordó pagar 1.2 millones de dólares al ex jefe por daños y perjuicios y honorarios de abogados”. (Cochran estuvo representado por el ADF, que ha estado en la primera línea de las principales victorias de la libertad religiosa en los últimos años.
En palabras del abogado del ADF Kevin Theriot, “El gobierno no puede obligar a sus empleados a obtener su permiso antes de que se comprometan con la libertad de expresión. Tampoco puede despedirlos por ejercer la libertad de la Primera Enmienda, causando que pierdan su libertad y su sustento”.
La indignación es que alguien pensó que tenía el poder o el derecho de despedir a Cochran por sus creencias religiosas basadas en la Biblia. Y recuerda: En ningún momento se le acusó de discriminación. En otras palabras, trató a todos sus empleados y colegas de manera adecuada y profesional.
El problema era lo que creía sobre la práctica homosexual. Y la ciudad de Atlanta tuvo el descaro de decirle: “Si te aferras a estas creencias y las expresas, no puedes trabajar para nosotros”.
Repito: esto es un atropello constitucional.
Por: Dr. Michael Brown | www.askdrbrown.org
