Jesús no prometió edificar tu ministerio; Él prometió edificar su Iglesia.
“A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente.” (1 Corintios 12:7 NTV)
Redacción // Buenas Nuevas
@BuenasNuevasPR
Dios tiene una función específica que debes realizar en su familia.
Este es tu ministerio y Dios te ha dado dones para que lo lleves a cabo: “A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente.” (1 Corintios 12:7 NTV)
Tu congregación local es el lugar que Dios ha diseñado para que puedas descubrir, desarrollar y utilizar tus dones. También puedes tener un ministerio más amplio, pero es en adición a tu servicio en la iglesia local. Jesús no ha prometido edificar tu ministerio; Él ha prometido edificar su Iglesia.
Vas a participar en la misión de Cristo en el mundo. Cuando Jesús estuvo en la tierra, Dios obró a través del cuerpo físico de Cristo; hoy Él utiliza su cuerpo espiritual. La Iglesia es el instrumento de Dios en la Tierra.
No sólo debemos modelar el amor de Dios al amarnos unos a otros; juntos debemos llevarlo al resto del mundo. Este es un privilegio increíble que Dios nos han dado en la unidad.
Como miembros del Cuerpo de Cristo, somos sus manos, sus pies, sus ojos y su corazón. Él trabaja a través de nosotros en el mundo. Cada uno de nosotros tiene una contribución que hacer.
Pablo nos dice: “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.” (Efesios 2:10 NTV).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son tus dones espirituales? ¿Cómo los estás usando para servir a la Iglesia?
- ¿Cómo estás modelando el amor de Dios a través de tus palabras y acciones entre los creyentes? ¿y con los no creyentes?
- ¿Qué crees que sucede cuando no utilizas los dones que Dios te ha dado para servir?
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