Lo que hablo ¿es mi aliado o mi opositor?


Estudios revelan que las mujeres hablamos casi el doble o más que los varones. ¿Crees que es cierto? Si un estudio lo dice me inclino a pensar que es cierto. Lo que no podemos hablar con alguien, lo hablamos solas. Nos reímos de nosotros mismas, establecemos conversaciones que posiblemente jamás ocurran. Pero ¿has examina las palabras que estás utilizando?
Vayamos al diseño original. Dios le ha dado a la mujer la gran encomienda de edificar. Edificar es: construir, albergar, fundar, establecer entre otros. Que gran responsabilidad. Y ¿sabes donde comienza? En nuestro corazón, y lo que permitimos que salga de él.
Tengo bien presente la frase “reproducimos lo que somos”. Si quieres un fruto X, tu debes ser ese fruto primero. Conforme a la semilla, será el fruto. Mira lo que dice el proverbista en Proverbios 13:3 (TLA)
“El que cuida lo que dice protege su vida; el que sólo dice tonterías provoca su propia desgracia.”
¡Wao! Estamos llamadas a Edificar como bien mencioné. Si vamos al diseño dado por Dios, todo comienza con una palabra. Somos sus hijas, creadas conforme a su naturaleza. Así que lo primero que hacemos es hablar. Pero ¿cómo es tu manera de hablar? ¿Te edifica a ti, a tu casa, a los tuyos?
Te quiero compartir varias trampas, que por tiempos creemos que están correctas, pero nos alejan de edificar.
- Meditar y hablar queja
¿Cuándo te delegan o debes hacer una tarea que no te gusta qué es lo primero que sale de tu boca? La queja en nada nos ayuda a fundar nada. Quejarse no te ayuda a avanzar. Tu me dirás ¿pero tengo que desahogarme? Puede ser. Pero te pregunto ¿después que lo haces se solucionó el asunto? Entiendo que no. Pues más bien ocupemos el tiempo en lo que si da fruto del bueno. - Ver las cosas desde una perspectiva de derrota
¿Cuándo se te presenta una adversidad meditas en la Promesa o Palabra dada por el Padre? O vienen a tu mente todas las razones para no hacer algo. Fuimos diseñados para crear soluciones, ser portadores de buenas noticias. Nadie gana una batalla si antes de enfrentar a su opositor piensa que no lo puede hacer. - Pensar en que estamos solas
Que no tengas personas, o personas idóneas para esta temporada a tu alrededor no significa que estás sola. Porque el Creador del cielo, de la tierra y todo lo que el universo carga está contigo. ¿Qué más necesitas? A veces abrazamos a muchas personas, al punto que, aunque no están las seguimos pensando. He comprendido con el pasar del tiempo que Dios trae personas conforme a la temporada que te toca caminar. Aprende a soltar.
Te animo hoy a cambiar tu manera de pensar y hablar para Edificar conforme al deseo de Dios. Edifícate, edifica tu casa, edifica una generación…Dios cuenta contigo.

