“Mi pareja nunca me haría daño” ¡CUIDADO!
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Al momento en que dos personas comienzan un proceso de conocerse, la mente y las emociones comienzan a crear imágenes y emociones que los lleva a caminar por un mundo aparentemente “perfecto y sin fronteras” donde el amor “lo puede todo”. Es una etapa inicial donde se piensa que la persona amada es “perfecta y sin defectos”. Pero esta etapa en muchas ocasiones no contempla o tiende a minimizar señales que esconden otra realidad.
“Él/ella va a cambiar y Dios me usará para eso”
Muchas víctimas experimentan un ciclo de abusos en tres fases.
- Fase uno, la tensión se desarrolla en la relación. Existe una negación de una violencia inminente.
- Fase dos, la violencia ocurre. El victimario/victimaria niega su responsabilidad.
- Fase tres, frecuentemente llamada “fase de la luna de miel,” el victimario/victimaria niega la severidad de los abusos y promete que no ocurrirá nuevamente. Este ciclo es repetido una y otra vez. Pero para algunas víctimas, la violencia no sigue sino que es la norma.
¿Se podrá prevenir la violencia en una relación?
- Somete a otro individuo de alguna manera, al punto de infligir daños en muchas ocasiones.
- Puede ser un maltratante tanto en el plano psicológico como en el físico.
- Suelen responsabilizar de su proceder a sus víctimas y tener personalidades dominantes.
- Algunos tienen una “fachada” externa de cordialidad y personalidad agradable, pero en la intimidad, cumplen con la descripción de agresión y de abuso.
- Para que haya un victimario es necesario que cuente con una víctima. Este es un punto importante a tener en cuenta si te parece que eres la víctima del proceder de otra persona: tú le estás dando el poder para hacerlo.
Las estadísticas en Puerto Rico sobre la violencia domestica son impresionante. Desde el 2002 al 2012 hubo 202 mil incidentes de violencia de género reportados por la Policía, de los cuales solo 34 mil se tradujeron en acusaciones lo que representa una diferencia de 168,348 incidentes que no se acusaron formalmente. El 71 por ciento de las víctimas fluctúa entre los 20 a 39 años, grupo que representa la edad reproductiva, de estudiar y de trabajar.
Dios le encomendó al hombre el “cuidar y sustentar a la mujer como Cristo a la iglesia” (Efesios 5:25) A la mujer le indicó ser virtuosa (Proverbios 31: 10-31). Y cuando una pareja se une en santo matrimonio eso les hace “una sola carne” (Génesis 2:24) lo cual es indicador de ser un equipo donde existe el respeto, lealtad, cuidado mutuo hasta que la muerte los separe. Así que no te apresures en el proceso de conocer una relación. Así podrás ver las “banderas rojas” y evitar cometer un error de juicio que te lleve a la “fábula personal” y no puedas ver salida a tiempo si fuera necesario. Tómalo con calma ya que… cada minuto cuenta.
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