Si yo fuese pastor de Ricardo Rosselló


¡Quisiera dedicarte esta carta con todo el corazón de un pastor! Aquí va…
Querido Ricky,
Si hubiese puesto Dios en mis manos ser parte de tu vida en calidad de pastor, privilegio inmerecido y labor ministerial que hacemos a mucha honra y sabiendo que solo por su gracia y misericordia estamos aquí, lo primero que haría ahora sería darte a ti, a Beatriz y a los nenes un abrazo y un espacio de compañía en silencio.
Aunque hoy conozco algunas herramientas que el estudio teológico, formación en consejería cristiana y capellanía, afortunadamente han puesto en mis manos, cada vez que acompaño al que sufre, hablo menos. Me doy cuenta de que mis palabras no tienen la efectividad del abrazo, la presencia, el beso, el silencio y el hombro para que alguien llore cuando en ningún otro lugar puede apoyarse para hacerlo. Todos necesitamos del amor de Jesús, sobre todo manifiesto en nuestras caídas.
Y luego de permitirnos llorar juntos, y de seguro con un buen café en mano, me gustaría compartirte algunas de estas ideas. Y te hablaría de estas cosas, como si nunca mas te volviese a ver, como si esta fuera la última cita que tendríamos en un buen tiempo. Como se le habla a un amigo entrañable, con el corazón en la mano.
Ricky, me hubiese gustado decirte, que todos tenemos un “chat”, una naturaleza pecaminosa que lucha por controlarnos; que ese viejo hombre, que tiene la ley del pecado escrita en el cuerpo (Romanos 7:23), que está viciado por los deseos engañosos (Efesios 4:23), que es atraído por todo lo que viene del mundo -las pasiones carnales, los deseos turbios y la arrogancia de la vida, (1 Juan 2:16), no hay manera de vencerlo con nuestras propias fuerzas. Que mientras mas lo alimentes, te hará esclavo de tus pasiones y que la única manera de liberarnos de él, es permitir ser transformado completamente con un encuentro con Jesús. Esto es solo producto de la humillación y el arrepentimiento. Que ya no vivas tú, sino que Cristo viva en ti (Gálatas 2:20). Es lo único que me ha ayudado a batallar con lo vergonzoso que hay en mi y que, en la gracia de Dios, El me esta haciendo un hombre nuevo. Solo por El soy un hombre mejor, y sé que tú también lo serás, si te depositas por completo en sus manos.
Ricky, que ese nuevo hombre, lo inviertas totalmente en ser un esposo para Beatriz y un padre excepcional para tus hijos. Tu mejor premio, tu mejor galardón, tu mejor logro en la vida es envejecer con la mujer de tu juventud, que te alegres en ella y que sus caricias te satisfagan siempre (Proverbios 5:18-19), y que veas a tus hijos volar alto y llegar lejos, porque ellos son como flechas en las manos de un guerrero valiente (Salmo 127:4).
Que, de aquí en adelante Ricky, perdones a los que abusaron de tu confianza; los que te usaron para conseguir sus intereses, los que no fueron amigos genuinos y sinceros. No los incluyas en tu círculo íntimo, pues los amigos que nos aman lo hacen en todo tiempo y son como hermanos en tiempos de necesidad (Proverbios 17:17). Ahora descubrirás cuántos y quiénes son. Los verdaderos amigos son como un tesoro, no toman ventaja de nosotros, al contrario, darían su vida por nosotros de ser necesario. Ellos, no se gozan de la injusticia, sino que nos hablan siempre con la verdad. Y lo sé, porque para afilar el hierro, la lima; pero para ser mejor persona, no hay nada mejor, que un verdadero amigo (Proverbios 27:17).
Siempre estaremos aquí para cuando necesites escuchar la Palabra y la oración. También, la puerta de nuestra casa, oficina e iglesia estará abierta y el altar para orar por ti y bendecirte; y el día que hables en nuestra iglesia, será porque compartirás tu testimonio y porque tu vida ha de mostrarnos frutos de arrepentimiento, antes no.
Ricky, anhelo ver el día, en que, como un hombre transformado, compartas la Palabra de Dios. No hay nada mas hermoso que ser un embajador del Gobierno más extraordinario que haya existido sobre la faz de la Tierra, compartir las buenas nuevas de Salvación del Reino de Dios.
Aunque no lo creas, yo sé que Dios lo hace. Tengo tantos testimonios de hombres con capacidades como tú, que tocaron fondo, y que fue esa instancia su catapulta a la mejor vida que alguna vez soñaron. Chuck Colson fue a la cárcel por estar implicado en el caso de Watergate (de la administración de Nixon), una luminaria del mundo republicano, un joven abogado egresado de Harvard. En la cárcel conoció a Jesús, al rabino misericordioso de la Galilea y lo hizo su Señor y Salvador. Allí, fundó un ministerio para prisioneros y se convirtió en un predicador, maestro y un hombre que bendijo a presidentes con su vida y al pueblo de Dios. Todavía para ti esa puerta esta abierta.
Querido Ricky, mientras fuiste atractivo para los artistas, los políticos, el pueblo, la iglesia, todo el mundo quería un pedazo de ti… ahora es el tiempo de que te des completo a vivir una vida de integridad, sin mas pedazos, sin más máscaras. A ser de una sola pieza. A cultivar el carácter de un hombre de temple. Carácter, es lo que somos cuando nadie nos mira y lo que estamos dispuestos a defender cuando todos los ojos están puestos sobre nosotros. Es todo aquello que se te puede confiar. Y esa medida es la que se necesita para ser el hombre que se, que, en las manos de Dios podrías llegar a ser.
Nunca dejes de orar, la oración es el mayor poder sobre la tierra. La oración es ver las cosas desde la perspectiva, desde el punto de vista de Dios. No siempre es la respuesta, a veces es esa serenidad que quita la niebla y nos permite ver hacia donde debemos dirigirnos. La oración me recuerda que soy pequeño, que de verdad lo soy. Que tengo a alguien más Grande y Sabio que cuida de mí, de quien mi vida depende y que apartado de Él, nada puedo hacer (Juan 15:5). Y que a veces, se ora mejor, cuando no se dice mucho, o simplemente no se dice nada y aprendemos a esperar en El.
Ricky, termina tus deberes, hazlo todo de corazón, como para Dios y no para los hombres (Colosenses 3:23). No salgas de la Fortaleza pagando a nadie mal por mal (Romanos 12:17) y no te permitas salir de allí con vendettas, revanchas y mucho menos, odiando. El odio es como un lazo que va a entrampar el alma. Es un depredador salvaje que consume, sin dejar nada. Es un veneno Ricky, y el único antídoto contra él, es el perdón. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas, pero que finalmente nos terminará envenenado. ¡Sal libre de allí! ¡Que no te encadene el alma!
No sé si ya iremos por la segunda o tercera taza de café, pero luego de esto, como todo pastor, antes de despedirse oraríamos juntos otra vez y luego te ungiría con aceite. El aceite, para nosotros los cristianos evangélicos, no tiene poder alguno en si mismo, pero siempre es un grato símbolo de nuestro Salvador. El es el Cristo, el Mesías, literalmente esta palabra hebrea lo que significa es el Ungido. Ese que, como una oliva, fue molido en la cruz del calvario para dejarnos la mejor esencia, Su Salvación. Quisiera dejarte con ese símbolo ungiendo tu frente.
Finalmente, gracias por aquellas cosas que genuinamente hiciste por ayudar y servir a otros. Por las largas horas de trabajo, por sacrificar tu familia y en muchos momentos tus fuerzas, horas de sueño y salud, por cumplir con tu deber. Sobre todo, por todo aquello que hiciste por los pobres y los menos afortunados. Recuerda que quien da al pobre, le presta a Dios (Proverbios 19:17). Si por amor a los pobres y en honor a la verdad y a la justicia, algo debes decir, confesar… hazlo; si de algo Dios es celoso es del huérfano, del pobre y de la viuda (Salmo 68:5).
Dios te bendiga hermano y espero que seas prosperado de aquí en adelante en todas las cosas que emprendas, así como prospera tu alma (3 Juan 1:2).
Un abrazo.
Se despide de ti,
Pastor Edwin C. Rivera Manso
Escrito por: Pastor Edwin C. Rivera Manso
