¿Somos víctimas de la parálisis esclavista?


En estos días, mientras leía el libro “Soar” de TD Jakes, me topé con un dato que hizo que mi corazón saltara, diera dos vueltas, cayera nuevamente en su lugar gritando “Aleluya, aleluya, aleluya”. Es curioso porque no fue un comentario esencialmente espiritual, sino un hecho de la vida real.
Los Hermanos Wright
En el libro, TD Jakes explora el viaje de los Hermanos Wright tratando de crear una máquina voladora, y conecta ese viaje con el nuestro al lanzarnos a crear una empresa. En medio de su exposición, menciona el hecho de que los Hermanos Wright construyeron su primera versión del avión usando piezas que provenían de su tienda de bicicletas.
Aquí fue que mi corazón saltó.
No menosprecies los pequeños comienzos
En mi interior nunca olvido una verdad de la Biblia que nos motiva a que no menospreciemos los pequeños comienzos. Solamente imagina la cantidad de aviones que existen en la actualidad y los diferentes estilos que existen. Todo nació con dos chamacos construyendo un sueño imposible con los materiales que tenían a su disposición.
Lo que me lleva al por qué de mi emoción. La gran mayoría de nosotros tenemos sueños. Sin embargo, me atrevo a decir que todos nos encontramos con la realidad de que no tenemos todos los recursos necesarios para llevarlos a cabo.
La tienda de bicicletas
Mi posición ante esto es una que, en muchas ocasiones, ha encontrado resistencia y hasta debates en el círculo del cine. Realmente dicha resistencia no me importa, cada quien tiene su carrera por correr, y mucha gente es pronta para meter la cuchara en tu olla sin tan siquiera haber hervido un huevito en la suya.
Volviendo a mi posición… Estoy totalmente convencido de que tenemos que comenzar con lo que tenemos a nuestra disposición. Cuando queremos volar, tenemos que comenzar con nuestra tienda de bicicletas. Si no somos fieles con nuestras piezas de bicicletas, nunca veremos nuestros sueños levantar vuelo. Con lo que tenemos en nuestras manos es que comenzamos la edificación de nuestro sueño.
Tenemos todo lo que necesitamos
Tenemos todo lo que necesitamos para hacer lo que estamos llamados a hacer en este momento particular. Quizás aun no tenemos todo lo que necesitamos para ver el sueño cumplido en su totalidad, pero lo que muchas veces se nos olvida es que tenemos que pasar por un proceso de formación de carácter si queremos sostener el peso del sueño.
Ese proceso se lleva a cabo exitosamente cuando somos fieles. Cuando miramos las piezas de bicicletas y nos imaginamos cómo encajan en nuestro avión. Cuando decidimos usarlas y comenzar a edificar, aunque el avión no se parezca al 747 que queremos construir. Cuando no nos sentamos a esperar a tener todos los recursos o que todo esté perfecto para levantar vuelo.
La parálisis esclavista
Estoy seguro que has conocido a personas que siempre están hablando de lo que van a hacer o cómo se deben hacer las cosas. Personas que están esperando a tener todo lo que necesitan para hacerlo, porque ellos quieren “hacerlo bien” no como “aquella gente”.
La triste realidad es que las posibilidades de que en efecto logren vivir sus sueños es casi nula. ¿Cómo lo sé? Simple, todo aquel que menosprecia lo que tiene está condenado a una parálisis esclavista que ni una cucaracha en pleno vuelo podrá sacarlo de ella.
Pero ese no eres tú. No. Porque tú vas a observar hoy a tu alrededor y vas a ver lo que Dios te ha dado. Luego, vas a preguntarle cuáles son las piezas de bicicleta que necesitas usar para construir tu nave y vas a ser fiel con tu tienda de bicicletas aunque a nadie le importe lo que haces. Finalmente, comenzarás a edificar con lo que tienes en tus manos y los demás soñadores nos regocijaremos al verte levantar vuelo.
Surcando los aires
No sé cuanto tiempo te tomará edificar tu sueño. Pero de algo estoy seguro, cuando comienzas a ser fiel, valorizando y usando lo que tienes para dar los pasos de tu sueño, desatarás una serie de eventos en cadena que culminarán contigo surcando los aires.
Nuestro Padre celestial te creó para volar. Da el primer paso con lo tienes en tus manos y nunca, nunca, nunca te rindas hasta ejecutar lo que Dios te llamó a hacer.

Comment