¿Te gusta tener el control de las cosas y de las personas? Esto te ayudará…
Geisha De Jesús-Reyes // Buenas Nuevas
@GeishaDeJesus
Uno de los conflictos, ya sea interno o externo, más frecuente del ser humano es su deseo de tener el control. Tener el control sobre como reaccionará la gente ante determinada situación, o desear cumplir a cabalidad con las expectativas de otros. Entonces, vienen cuestionamientos: ¿Por qué no tengo esa posición en la empresa que esperaba? ¿Por qué si estoy al 100% para esa persona no siento recibir lo mismo? Entre otras preguntas.
Hay algo que tiene que saber y es que no podemos tener el control de todo, ni todos. Cada circunstancia tienen su particularidad, y cada persona tiene su historia, su bagaje. Aquí les comparto 3 principios que le permitirán soltar las riendas de las situaciones, en fin dejar ir el control.
1. Comprende que cada persona tiene su manera de ser
Recuerdo una conferencia que escuche hace poco donde el recurso decía “cada persona tiene una historia de vida que hace que sean como son”. No es que seamos conformistas, pero si te animo a que permitas ver más allá de la “máscara” que tiene puesta esa persona, ponte en su lugar y amalo tal como es.
2. Antes de decir “porque a mí”, di “para que me sirve esto que estoy pasando”
Hay muchos eventos de la vida que no elegimos pasar. Nadie se levanta en la mañana deseando tener un choque de automóvil o deseando perder su trabajo. Ahora bien, podemos elegir como accionar ante esa situación. ¡Evalúe!
A veces pienso que el ser humano pasa más tiempo estando a la defensiva, pendiente a lo que otros dicen, o peleando con media humanidad antes que decidir reír. Está comprobado científicamente que el reír es sanidad para nuestro cuerpo, debido a las hormonas endorfinas que se segregan. Así que cuando venga ese momento donde la sombra del control quiera apoderarse de tu existencia….ríete y déjelo ir.
Querer tener el control te desgastara, porque te dejará sin fuerzas físicas y emocionales. En su lugar, prefiere soltar, dejar ir y fluir. La vida es demasiado hermosa para quedarse en el conflicto de querer tener el control. No cuesta nada decidir gozarse de las etapas hermosas y que valen la pena. Te animo regocijarte, te animo a disfrutar. Como dijo un sabio “después de la noche y la obscuridad, viene un nuevo día, una nueva oportunidad”.
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