Es tiempo de dejar atrás el lamento


Es tiempo de dejar atrás el lamento para poder mirar prospectivamente a lo que queda adelante.
¡Quien lo hubiese pensado!, ¡Fue algo que no olvidaremos!, ¡Y ahora que va a pasar!, ¡Será difícil continuar después de esto! Estas son algunas de las frases que en las últimas semanas hemos podido escuchar luego de que el Huracán María pasara por nuestra isla Puerto Rico. El pueblo ha mostrado su dolor y desesperación debido a la falta de la energía eléctrica, la escasez de algo tan preciado como es el agua. Las lágrimas no han faltado y cuando se mira hacia el horizonte, no se ve con claridad cuál será el desenlace todo.
La pregunta que aflora luego de más de un mes del paso del huracán María es ¿cuál es el próximo paso? Algunos han tenido que ser parte de una nueva diáspora a los Estados Unidos de América dejando atrás memorias, sueños, familiares y amigos. Junto con todo esto quedan lágrimas que aumentan mientras ven desaparecer a su Isla entre las nubes. Pero qué de los que han quedado atrapados en una patria devastada por todas esta situación y un golpe nefasto a la economía y por ende el desempleo provocado en su mayoría por la falta de energía eléctrica debido a un sistema obsoleto de la AEE.
Podríamos decir “Ya no hay nada que hacer”, “El Gobierno nos tiene que ayudar y encargarse”. Pero ¿es verdaderamente esta la actitud? Creo que si nos tomamos un tiempo para evaluar lo que realmente necesitamos hacer, veríamos que debemos comenzar, no por la restauración de la energía eléctrica, sino por la restauración del individuo y continuar por la de una sociedad que necesita detener su caminar horizontal y entender los beneficios de caminar de forma ascendente y en crescendo (movimiento progresivo y ascendente). Ya hemos visto como muchos comenzaron esta carrera cuando en lugar de lamentarse y quedarse esperando la ayuda, comenzaron a unirse, comunicarse y comenzar el ejercicio de la creatividad, iniciativa, logística, reclutamiento de voluntarios y lo más importante; ¡PONER ACCIÓN AL VERBO! Esta es la verdadera actitud. Dios ha bendecido al ser humano con una capacidad de creatividad que puede ser puesta en uso EN CUALQUIER MOMENTO. Uno de estos ejemplos es Nehemías. Un hombre que luego recibir la noticia de que las puertas de Jerusalén estaban quemadas y sus puertas destruidas reaccionó como se espera; se sentó, ayunó y oró y lloró delante de Dios. Luego de unos días, recibió la ayuda del rey para el cual trabajaba y fue a ver la situación en que estaba su ciudad. Expresa que con unos pocos hombres fue a hacer un recorrido de reconocimiento del área y se encontró que no había paso (Nehemías 2:14). Igual que en muchos sectores en Puerto Rico. ¿Eso lo detuvo? No. Habló al pueblo y les dijo: “…venid y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio (deshonra o vergüenza públicas) y esto respondieron: “LEVANTÉMONOS Y EDIFIQUEMOS” (Nehemías 2:17-18). Muchos han logrado seguir este modelo para dejar atrás el luto y han dicho ¡PUERTO RICO SE LEVANTA! ¡¡¡Pero ojo!!! Recuerden que estarán los que quizás, con pesimismo y has escepticismo, dudarán de que eso sea posible. Es por eso que cuidado con los Sambalat, Tobías y los Gesem, las voces que se levantan para impartir duda y causar y no desean que la salud emocional sea una saludable. Pero como hizo Nehemías, hagamos los mismo; dejémosle saber a estos que no tienen parte ni derecho ni memoria en nuestro país (Nehemías 2: 20).
Es tiempo de dejar atrás el lamento para poder mirar prospectivamente a lo que queda adelante. Te comparto Palabras de ánimo de nuestro Dios que nos seguirán fortaleciendo en el proceso de superarnos y salir airosos de esta experiencia:
- “Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7)
- “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:16-18)
No lo olvides: El luto debe pasar. ¡Es tiempo de levantarse y edificar!

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