Yo te cuido


“Sigan amándose unos a otros como hermanos. No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!”
Hebreros 13: 1,2
Con los recientes eventos sismológicos en Puerto Rico, nuestra Isla ha despertado a una nueva conciencia de la realidad de la naturaleza. Nunca en nuestra generación habíamos vivido algún evento tan siquiera cercano o parecido. Todo esto es nuevo para nosotros y, por demás, aterrador. Todos hemos sentido miedo, angustia y ansiedad. Particularmente, nuestros hermanos del sur de la Isla. En este momento, todos somos UNO. No existe tal cosa como “el área metro”, cuando vemos la sensibilidad de TODO un pueblo organizándose para llevar suministros y diversos tipos de ayuda a nuestros hermanos más afectados por el terremoto.
En medio de todo este panorama incierto (incierto para nosotros, pero conocido por Dios), el desespero y la ansiedad se intentan apropiar de nuestra mente. No obstante, podemos mantener la calma ante el dolor y ante la pérdida.
Enfocándome en este caso, en aquellas personas que ya no pueden dormir bien a causa del miedo a sufrir otro terremoto y por las constantes réplicas; a pesar de no estar tan cercanos al epicentro, compartí en mis redes sociales una iniciativa que puede ser útil para todos aquellos que, como yo, hemos visto alteradas nuestras horas de sueño, debido a que el terremoto y réplicas más fuertes se sintieron en la madrugada.
Aquí mi idea:
- Si vives en un condominio, encuentra un amigo o familiar con una casa terrera (de un solo piso o con una estructura más segura) donde puedas dormir algunas horas durante el día. Te sentirás más estable allí.
- Alterar tus horas de sueño, dormir un poco más temprano, para así no perder horas de sueño de las 4am en adelante. Todos nos podemos identificar.
- Hacer cuidado de sueño en relevo. Durante el día o la noche; entre familias o amigos, hacer turnos para poder descansar confiando que alguien más nos da la seguridad de que podemos dormir. Muchas veces no dormimos por la ansiedad de despertarnos con un evento sísmico, el cual puede ocurrir, y no reaccionar adecuadamente. Pero saber que tenemos alguien velando nuestro sueño nos ayudará al momento de una emergencia, nos da más tranquilidad y puede ayudarnos a descansar. El afecto y el cuidado hacen maravillas en nuestro cerebro y nos alimenta emocionalmente.
Los del norte también estamos angustiados y vivimos el pánico. Los del sur están experimentando un terror diario y constante. Pero Puerto Rico es UNO. Puerto Rico ayuda a Puerto Rico.
Finalmente, fortalecer nuestra fe manteniéndonos informados por las fuentes de información correctas y fieles. Nuestra historia nos recuerda que todo va a estar bien:
“…Así que podemos decir con toda confianza: El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré”.
Hebreos 13: 6
De esta manera, podremos servir y cuidar a otros.
#yotecuido
