¿Carlos o Alexa?


No estamos hablando de una mujer sino un hombre. Hablamos de un ser con profundas necesidades y condiciones emocionales que a su vez lo llevan a distorsionar su realidad e identidad. Decir que es un hombre y nombrarle en masculino no es prejuicio social , discriminen y odio solapado, sino una realidad y no un espejismo o reflejo de algo que no es.
Es vergonzoso ver como ahora grupos que defienden sus causas, quieran usar este lamentable incidente como plataforma para sus discursos cargados de desprecio hacia aquellos que pueden ver con más claridad la realidad de una humanidad enferma y carente de una relación real e íntima con el creador del universo que creó todo perfecto y al hombre a su imagen y semejanza.
La Iglesia del Señor continuará manteniendo su postura y discurso de amor, caridad, misericordia, bondad y benevolencia pero sobre todo LA VERDAD de la necesidad de salvación de la humanidad e identidad en Cristo. Dios sana y la Iglesia del Señor también sana con amor, servicio y verdad.
Mercadear a “ALEXA” es precisamente continuar viviendo bajo el engaño de un espejismo para continuar escondido detrás de una falsa identidad. Hablar de la verdadera identidad de esta alma que pasó a la eternidad sin recibir todas las atenciones que hoy gritan a los cuatro vientos todos los que nada hicieron, no es un crimen, pero si nos damos cuenta de cuán indiferente y carente de amor está nuestra sociedad podrán ver con claridad el triste reflejo de los verdaderos responsables de la muerte de un hombre inocente que llevó consigo el último recuerdo del desprecio de una sociedad insensible, que ahora, en este momento, prefiere recordarlo por quien no era por desconocer e interesarse por quien realmente fue.
“Mataron a un ser, no un ideal”
Que Dios tenga misericordia de su alma y de nosotros. Valoremos y amemos sin reservas, de corazón y con hechos.
Escrito por: Duvalier Rodriguez
