Cuando un Míster le gana a las Misses


En la era de la post-verdad se quiere normalizar la autopercepción, el engaño y la mentira, al costo de: terribles consecuencias sobre la salud humana, la sociedad, el derecho y la estabilidad de las naciones.
El borrado de las mujeres es un hecho. Y ese hecho no es solamente el resultado orgánico de la “liberación” sexual. Esta injusta invasión está arrasandonos a niñas y a mujeres en el deporte femenino y más recientemente en los certámenes de belleza femenina. La competencia así jamás será limpia.
Con la burlesca invasión de los HOMBRES que se autoperciben como mujeres que a fuerza de “tratamientos” se ven como una, nos han arrebatado hasta las coronas.
Mientras nosotras tenemos que gastar sangre, sudor y lágrimas para combatir la celulitis y lucir el traje de baño, ellos no tanto. Su masa muscular es más maciza que la femenina, ni dígase del abdomen. Aunque, también reconozco hay que ser bien valiente y buscar mucho dinero para someterse a todo lo demás (hormonas, implantes, extensiones, esconder el bulto o castración, etc.)
Estas personas trans, son seres humanos muy talentosos y muy valiosos. Toda vida humana merece ser tratada con dignidad. ¿Son estos hombres valiosos? ¡SÍ! ¿Son mujeres?
¡NO!
Y con todo esto, ¿Se esfumó el feminismo? Pues, al parecer los hechos gritan: ¡Bienvenido sea el transpatriarcado! Parecen celebrar nuestras compatriotas “feministas antipatriarcales”. Las pobres no han despertado a la fea realidad de que los hombres les están quitando oportunidades a niñas y mujeres. ¿Dónde está su grito por “justicia” cuando más las necesitamos?
El borrado de las mujeres es una modalidad de abuso y discrimen en su máxima expresión. Muchas niñas y mujeres deportistas y reinas de belleza están fluyendo con esta ola con un taco atravesado en la garganta, porque saben que la turba del activismo ‘trans’ les caerá encima con la cultura de la cancelación.
Otras chicas, pobrecitas se han creído la ilusión ‘trans’, porque no han visto que más allá de ese ser humano que luce como una de ellas (un míster que se cree miss) hay implicaciones políticas de gran magnitud para desestabilizar naciones a través del marxismo cultural “woke” dónde la libertad de conciencia, expresión, empresa y religiosa sólo es admisible para el espectro de la bandera multicolor y los creyentes en la Trinidad D.E.I. (diversidad, equidad, inclusión).
La cultura “trans” y “queer” dentro de la ideología del “género” nunca se trató de defender a la mujer. Dicha ideología es traicionera y como un bumerán: Ha regresado para liquidarnos a las mujeres y castrar a los hombres. Puro
control de la natalidad y extinción de la especie humana.
En los años 1970’s el 80% del transexualismo eran varones buscando identidad de mujer. Hoy, en el 2023 el 80% de los pacientes con disforia de identidad son niñas, que por multiplicidad de factores sociales y disparadores psicológicos las han marcado con la falsa idea de que sus cuerpos deben asemejarse a un varón, por el sólo hecho de sentirse como tal. Bienvenidas las mastectomías de pechos sanos y las faloplastías con penes falsos.
En ambas poblaciones que padecen disforia, tanto a varones como a féminas, les están ocultando la verdad de los daños irreversibles y permanentes de esa opción para “afirmar el género” y “transicionar”. Les convencen y luego les dan la espalda cuando estos seres humanos se enferman con las decenas de efectos secundarios. Pues, claro está, sería muy mala propaganda para su propuesta dogmática de que “el sexo no importa”, “acomodemos el cuerpo a la mente” porque “naciste en el cuerpo equivocado”.
Hoy, tenemos el asunto del Miss Universe, dónde hace años se cocinó la invasión de los hombres. Angela Ponce (hombre-Miss España 2018) y ya vamos por Rikkie Valerie Kolle (hombre-Miss Holanda 2023), un posible concursante, Sofía Salomón (hombre al Miss Venezuela 2023) y nuestro propio Daniela Arroyo (hombre-Miss Cabo Rojo Universe 2023). Además, de que Anne Jakapong Jakrajutatip es el actual dueño de la franquicia mundial del Miss Universe desde octubre del 2022, quien también es un Míster que se ve como una Miss. En Puerto Rico se anunció que el certamen será el 24 de agosto. Veremos a ver si chanchullean la corona como pasó en Holanda, dándosela al Míster Kolle.
Ese “universo” de “ilusión” es más mentiroso que iluso. Pretenden normalizar el calvario y la dependencia farmacológica –de por vida– ante miles de niños y jóvenes menores de edad. Al mismo tiempo que se hacen ricos unos pocos y les exigen a los gobiernos cubrir los costos de “salud” y “terapias afirmativas” (gracias a nuestros dineros pagados con impuestos al fisco por todo, hasta por respirar).
Ese universo oculta daños permanentes que aportarán muy baja calidad de vida, muy mala salud y muy corta vida por los terribles e inhumanos efectos adversos. Sobre todo, al intermedio o al final del camino, comprenderán que la mayoría de los “transicionados” tampoco podrán ser feliz, ya no por la martillada “homofobia” o falta de “aceptación”, sino por que la biología no es estúpida y la naturaleza no es intolerante. Pregúntese: ¿Quiénes ganan más con este asunto?
Como en la canción de rock ochentoso de Aerosmith: “Dude, looks like a lady”… La verdad es que –se ve– como una Miss, pero es un Míster y para colmo ¡Nos gana a las mujeres!
#Borradodelasmujeres

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