El controversial Proyecto del Senado 693, es sobre el ser humano en gestación y su dignidad


El P. del S. 693, el mal llamado “proyecto controversial”, de lo que si trata es sobre el bienestar y la protección de la mujer; sobre la viabilidad del ser humano en gestación y su dignidad. Aun reconociendo su dignidad, se haría una excepción, para hacer un bien superior, el proteger la vida de la madre gestante. Ello al entender que el mantener el embarazo podría causar daño en la madre; y el concederle el aborto, causaría un gran beneficio. Es meritorio identificar si en efecto el aborto traerá tal beneficio en la madre gestante, como para pasar por alto al principio de la vida del ser humano que está por nacer.
Se ha pronunciado que el aborto “no trae secuelas negativas” y que el mismo sirve como “terapia” o “solución” ante las dificultades que las madres gestantes puedan estar atravesando. Por ejemplo, las víctimas de abuso o agresión sexual. Se está asumiendo que el embarazo agrava el trauma psíquico en la víctima. No hay evidencia, no hay publicaciones, no hay libros que determinen o demuestre que el aborto contribuye a la sanación psicológica de una víctima de agresión sexual.
Por otro lado, el ser víctima de violencia sexual, física o emocional puede ser un factor de riesgo significativo en la patología de la salud mental luego de inducirse un aborto. Existen terapias efectivas para el trauma; pero muy lejos estamos de ayudar a sanar a una víctima al esconder o eliminar las consecuencias de un evento violento, como en el caso de embarazo. Se estaría promoviendo la invisibilización del problema real. El problema no es el embarazo, el problema es la violación. Incluso, la mayoría de las más abarcadoras investigaciones desde el 1995 sobre el aborto y salud mental establecen consenso en que el aborto es un factor de riesgo en la salud mental. Sí, hay una correlación significativa entre el aborto y sus efectos adversos. Basándonos en base empírica, unos estudios admiten la correlación, otros lo enfatizan; pero nadie lo niega. NO HAY CONSENSO CIENTIFICO QUE ESTABLEZCA QUE EL ABORTO SEA POSITIVO. Entre las secuelas negativas se encuentra: la depresión, ansiedad, estrés post trauma, uso y abuso de sustancias, suicidio entre otros desórdenes de salud mental. Ello puede variar de acuerdo con la etapa gestacional.
Al momento de ofrecer la alternativa de abortar, se promete como cometa veloz, la oportunidad de terminar con un problema, y esa es la emoción que usualmente le es concebida: el Alivio. Pero muchas de estas mujeres no tienen idea de lo que ocurrirá en su vida, posterior al aborto. Tendrán que posiblemente lidiar con emociones o trastornos psicológicos, de las cuales nadie les habló; incluso al someterse a un aborto tardío. Ya que se ha encontrado que las mujeres que tienen abortos tardíos tienden a experimentar pensamientos intrusivos por un periodo de tiempo mayor las que tienen abortos en etapa gestacional más temprana. Para muchas mujeres el advenir en conocimiento de que se está embarazada es el comienzo de un proceso difícil en su vida, y el abortar es una decisión que puede ser una muy difícil y dolorosa de tomar. No quiero subestimar las decisiones de las mujeres ni valorar su juicio. Estoy para presentar evidencia de las consecuencias psicológicas del mismo, y provocar la necesidad de enfocarnos en las áreas que merecen atención.
Al apoyar esta medida contribuimos a la salud pública de nuestro país, protegemos la vida del concebido y contribuimos al cuidado de nuestras mujeres puertorriqueñas, que además de vivas, las queremos sanas.
Dra. Yiddish M. Álvarez, PhD., CPAS
Psicóloga Clínica y Certificada en Abuso Sexual
Presidenta
Portavoces ConCiencia

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