El despertar de los conservadores


Se dice que en Puerto Rico la política es el deporte nacional debido a que durante todo el cuatrienio se publican noticias en los diferentes medios sobre temas relacionados a la política. A cinco meses de las elecciones generales el fervor va en aumento y se observa en las redes sociales comentarios y opiniones sobre diversos temas de interés. Uno de los tantos temas que se lee es la importancia del voto conservador para las próximas elecciones del 5 de noviembre de 2024.
Pero ¿qué significa ser conservador? El conservadurismo y los conceptos relacionados forman parte de una historia compleja y cautivadora. En el ejercicio de la revisión de literatura, fue interesante conocer más a fondo sobre los orígenes de este movimiento político-económico y su impacto en nuestro entorno social. Sin pretender abrumarlos con ideas abarcadoras sobre el tema, deseo brindarles un resumen bastante básico de este concepto y como se relaciona con otras creencias (como el liberalismo) en la política y la economía. El liberalismo y el conservadurismo según lo que han entendido unos y otros ha variado a lo largo de la historia y dentro de un determinado contexto. Como movimiento intelectual y político, el conservadurismo se originó en oposición a la revolución francesa en el siglo VXIII. Después de la revolución, el conservadurismo se extendió por gran parte de Europa occidental y tuvo influencia en las ideologías de los principales intelectuales del siglo XIX. De ahí, y en ese mismo siglo se encaminó hacia los Estados Unidos y en la actualidad existen varias corrientes dentro de ese ideario político (por ejemplo, conservadurismo tradicional, neoconservadurismo, conservadurismo libertario). En el siglo XX y después de la Segunda Guerra Mundial, el capitalismo se vincula estrechamente con el conservadurismo y con varios partidos políticos que se adhieren al liberalismo económico. Además, aceptan elementos tradicionalmente conservadores como el apoyo a las instituciones religiosas cristianas.
De manera que existe una relación entre el liberalismo económico, el capitalismo y el ser conservador. También están los conceptos liberalismo conservador y el conservadurismo libertario. En general, podemos definir que el liberalismo es una doctrina de defensa de las libertades individuales (libertad económica, libertad religiosa, libertad de expresión). Por lo tanto, promueve la necesidad de restringir los poderes del estado y la no intromisión en asuntos privados de los ciudadanos. Por otro lado, el conservadurismo es la posición política que vela por el respeto de las tradiciones, especialmente los valores familiares.
Pienso que en Puerto Rico existen miles de ciudadanos que abrazan la filosofía política que oscila entre lo conservador (valores) y lo libertario (propiedad privada, economía de libre mercado, libertad económica). Sin embargo, hemos tenido en nuestra historia gobiernos que no han sido conservadores ni libertarios. En los últimos años, muchos puertorriqueños han tenido que enfrentar proyectos de ley, órdenes ejecutivas y leyes que atentan contra los valores del conservadurismo y las libertades de conciencia, religión y expresión. Por otro lado, también han tenido que sufrir que proyectos de ley a favor de la familia, la vida y la niñez sean derrotados en ambos cuerpos legislativos. No olvidemos acciones nefastas como la del exgobernador Alejandro García Padilla donde para el 2015 emitió una orden ejecutiva para combatir el bullying empañada con elementos de la ideología de género sin evidencia científica. Más adelante, para el año 2018 el exgobernador Ricardo Rosselló vetó un proyecto de ley sobre libertad religiosa. Cabe mencionar que a pesar de todos estos desaciertos se han evidenciado unos logros. Por ejemplo, la “Ley 85 de Reforma Educativa de Puerto Rico” (2018) no contiene ideología de género; aunque algunos legisladores han tratado de incluirlo y han fracasado.
Todos estos acontecimientos han calado profundo en la conciencia de los puertorriqueños y se ha ido levantando un pueblo conservador que está a favor de los valores y de las libertades consagradas en nuestra Constitución y en la Constitución de los Estados Unidos. He sido testigo de cómo miles de puertorriqueños han elevado su voz para decirle a los pasados gobiernos y a varios legisladores basta ya con la imposición de la ideología de género en el Departamento de Educación de Puerto Rico. Vemos en sondeos y encuestas que la gran mayoría de los puertorriqueños le dicen sí a la vida y no al aborto por convicción y más allá de sus creencias religiosas. Existe un despertar gigante de un pueblo conservador que hará la diferencia en las próximas elecciones, votando por personas que en verdad representan sus valores conservadores y en favor de las libertades de nuestra Constitución.
Al acercarse el día de las elecciones son muchos los candidatos que se venden como los más Profamilia, los más defensores de los niños, los que te defendieron en la pandemia y los que tienen más valores religiosos. Esto es muy normal para la caza de los votos. Sin embargo, no se dejen llevar por los cantos de sirena y analice la trayectoria de cada candidato y partido político. Analice si sus hechos hablan congruentemente con sus palabras. Luego, el 5 de noviembre de 2024 ejerza sin miedo su derecho al voto en coherencia con sus convicciones. Los conservadores se están dejando sentir, no como una mayoría silente sino como una masa gigantesca y con un despertar estruendoso, lleno de esperanza para una mejor gobernanza.

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