Escándalo Al Desnudo: La verdad del proyecto 136


Desnudando el proyecto del Senado 136
El Proyecto del Senado 136 (ps136) es como una maleta empaquetada de tantas cosas que con muchísima probabilidad le falle el cierre y explote. Cuanto aterricemos en el destino final, las ropas íntimas saldrán volando por la correa eléctrica del equipaje en pleno aeropuerto. ¡Este proyecto es un escándalo salvaje! Es desnudar a nuestro Pueblo de sus preciadas libertades. Vayamos por partes desnudando este proyecto.
Según las señoras María de Lourdes Santiago (PIP), Ana Irma Rivera Lassén (MVC) junto con los señores Rafael Bernabe (MVC), José Vargas Vidot (Ind) y Javier Aponte Dalmau (PPD) la maleta del ps136 había que empaquetarla con siete capas de trapos. Para que no se discrimine por orientación sexual e identidad de género sea “real o percibido” sin definir qué es lo real y lo percibido, qué tipo de conductas son reales y qué tipo de conductas son las percibidas. Para los autores las personas de prácticas e identidades sexuales divergentes son la clase más oprimida de este siglo. ¿En serio? ¿Será que estos senadores viven en un género con identidad histórica de principios del siglo pasado?
Sin duda, hay que repudiar el discrimen malicioso en contra de cualquier ser humano. Pero de eso no trata el ps136. Esto es una ley totalitaria, perseguidora de gente decente y digna de una dictadura. Todos nuestros trabajos, los sudores de nuestra frente, todas las gestiones municipales o estatales e incluso el reclutamiento de personal, las relaciones obrero-patronales, las operaciones familiares, nuestros hijos, negocios o para quién sea que trabajamos: Quedarán reducidos al asunto de con quién se acuesta una persona, cómo se autodefine por dentro y por fuera, sujeto a cómo “nosotres” (según el lenguaje género-inclusivo) nos atrevamos a percibirle. Clarísimo ¿no?
Vamos por partes. La génesis del ps136 responde a la creación de las leyes conocidas como “SOGI Laws” (Sexual Orientation And Gender Identity). Son leyes en dónde típicamente y adrede hay falta de definiciones, amplitud o vaguedad de conceptos y por ello son una patada a cualquier hígado político, legal, social, económico y moral. Matando así nuestras libertades civiles más preciadas.
Las leyes SOGI han sido causantes de un aumento vertiginoso en la persecución en contra de ciudadanos comunes y pequeños empresarios por razones de expresión, conciencia y creencia religiosa en todo Estados Unidos de América, Canadá y España por sólo mencionar algunos países agresivos en ese tópico.
Variedad de modalidades abarcadoras de leyes SOGI han sido radicadas en la actual legislatura, desde que comenzó este cuatrienio, por lo menos más de una veintena. Sus proponentes genuinamente creen estas cosas desde sus entrañas, otros por puro interés político-económico y otros por pura locura o maldad. Quizás por todas esas motivaciones a la vez. De verdad que esto causa lástima por ellos que estén desperdiciando su inteligencia así y una indignación enorme sobre nuestro Pueblo. Realmente, esta propuesta es simplemente salvaje y sumamente desgraciada. ¿Hasta dónde vamos a llegar con la incivilización en este país?
De hecho, rechazar el ps136 no es estar en contra de nadie, sino todo lo contrario: Es estar a favor de todos. A favor de lo que ya está amparado en nuestra Constitución local y federal. En la Constitución ya estamos TODOS. La intimidad en una cama, a quiénes nos sentimos sexualmente atraídos o los sentimientos identitarios en “géneros” −es otra cosa distinta. Tanta imposición desmedida e injusta con infinitas categorías identitarias en ideología sexual termina borrándonos a todo el mundo, traicionando así el principio primario: La Dignidad Humana.
Hay que decir que gracias a otro grupo de senadores que le dieron el voto −a favor del ps136− el pasado año 2021 en el mes de junio, el mismo ya fue aprobado en el Senado.
Véase los senadores que votaron a favor:
Ahora en el 2022, el ps136 cuenta con otro informe positivo por la Comisión de lo Jurídico en Cámara presidida por el Rep. Orlando J. Aponte (PPD), para ser bajado a la votación del pleno de la Cámara de Representantes en algún momento en o antes del 30 de junio en esta sesión legislativa. El Pueblo puede escribir al correo electrónico [email protected] para hacerse escuchar en la legislatura con su contundente rechazo al ps136.
Lo más delicado es que el ps136 empaqueta lo siguiente: A los menores de edad desde los 13 años, a todas las agencias municipales y estatales, a los protocolos del Departamento de Justicia y el Departamento del Trabajo, al sector privado desde su aspecto patronal hasta la forma de conducir los asuntos o negocios. Igualmente serían alcanzados los empleados públicos y privados e incluidos los negocios por más pequeños que estos sean.
El sector religioso también podría caer en desgracia desde el aspecto institucional patronal y privado de sus entidades. Igualmente, cualquier ciudadano de sinceras genuinas creencias religiosas que por su ética sexual cometa un alegado discrimen ilegal por vía de la enmienda que hace el ps136 al Artículo 180 al Código Penal. Es decir, todo acto de discrimen por causa de creencia religiosa a base de lo real o percibido de una orientación sexual e identidad de género. En un tribunal ya es rebuscado probar hechos reales, ¿cómo van a probar lo percibido? Con el adoctrinamiento SOGI que la juez presidente del Supremo de Puerto Rico tiene en el poder judicial ¿Quién podrá ser realmente justo? ¿Quién podrá defendernos?
En cuanto a nuestros hijos menores de edad desde los 13 años, por vía de La Ley 167-2003 conocida como la Carta de Derechos del Joven el ps136 le ordena al Departamento de Justicia garantizarles a los menores sus “derechos” de orientación sexual e identidad de género real o percibida, derivándose hacia los asuntos de educación, empleo y salud, entre otros. En cuanto a la salud, sabemos que ya en Puerto Rico está instalada la industria de las hormonas para el cambio de identidad por género que sin duda quiere alcanzar el mercado de los jóvenes desde antes de los 16 años. Así fue en Canadá y Reino Unido, con aumentos en disforias de identidad diez veces mayor en sólo cuestión de menos de una década gracias a las leyes SOGI. ¿Serán los procuradores de menores en el tribunal los agentes destacados de las clínicas del género?
El ps136 le hace “la camita” a la industria inescrupulosa de las clínicas del género (que ya el plan de salud del gobierno paga por las hormonas trans desde la gobernadora Vázquez-Garced). Para que el gobierno siga con su filosofía de seguir secuestrando menores para un sistema abusador. Seguir confundiendo niños y tirárselos como carne a los tiburones del género. Así es que se aumentan las cuotas de mercado gracias a leyes SOGI como el ps136. Ayudan a menoscabar el derecho de los padres para ejercer la crianza, educación y cuidado de sus hijos.
Si has leído hasta aquí, no te vayas, que como dicen los infomerciales “Aún hay más”.
Hay que atar algunos cabos sueltos. Tomando en cuenta que todavía en el Departamento de Educación −sigue vigente− una Carta Circular 24-2016-2017 que es una orden administrativa diseñada para el llamado “trato igualitario transgénero”. Carta que los gobernadores García Padilla, Rosselló Nevárez, Vázquez Garced y Pierluisi Urrutia no quisieron derogar del Departamento de Educación.
En esa circular transgénero del Departamento de Educación, se etiqueta a los niños (sin límite de edad mínima) con una constelación de orientaciones sexuales e identidades de géneros, aun cuando en Puerto Rico los menores no tienen edad legal para consentir relaciones sexuales. También, ese mismo documento contiene una amenaza vedada para referir al Departamento de la Familia cualquier actitud del padre que sea indicativo de “maltrato” por razón de la identidad de género del hijo.
El otro cabo suelto es que sigue latente la revisión curricular con el mismo asunto. Por la cocina el Comité PARE de la Fortaleza, el Departamento de la Familia y la Oficina de la Procuradora de las Mujeres junto a unos acuerdos colaborativos con universidades y entidades externas que continúan metiendo la ideología de género por la trastienda en las escuelas. El ps136 facilita y expande el escenario del Departamento de Educación para seguir afirmando por ley el espectro sexual y de “géneros” a niños desde los 13 años.
Se está haciendo “la camita” para bajar la edad de consentimiento sexual. En Puerto Rico, la edad mínima para considerar un consentimiento sexual es de 16 años según el artículo 130 del Código Penal. ¿Por qué y con qué motivaciones los legisladores quisieran etiquetar con orientaciones sexuales e identidades de género a menores que aún no pueden consentir legalmente a tener relaciones sexuales?
Hablando del Código Penal, el ps136 también propone enmendar los artículos 66 y 180. Además de tipificar como delito menos grave a todo patrono y organización obrera con multa de cinco mil dólares y cárcel de noventa días o ambas penas. Por otro lado, incluye lo “real o percibido” en las “motivaciones de prejuicio” y también que se añada como circunstancias agravantes para aumentarle 25% más a las penas ya correspondientes.
Como la cereza en el pastel, el ps136 deroga el Artículo 21 de la Ley 22-2013. Esto es, que se elimina el siguiente lenguaje:
Ley 22-2013, Artículo 21.- Alcance. “Ninguna disposición de esta Ley tendrá efecto sobre la legislación relativa al matrimonio o a los procedimientos de adopción.”
Eliminar ese Artículo 21 de la Ley 22-2013 en cuanto al matrimonio, en teoría le hace “la camita” ya no al matrimonio para personas del mismo sexo que se validó por la Corte Suprema en el 2015; Sino a potencialmente ir creando un lecho matrimonial legal a cualquier combinación posible entre identidades de todos los ‘géneros’ del signo de más (+) del lgbttquia+, etc. Que vayamos normalizando cualquier fórmula en las intersecciones y espectros de los ‘géneros’. Para ir abriendo el discurso del derecho a la adopción de menores de edad por parte de adultos que son interseccionales en diversas atracciones eróticas e identidades.
En resumen, que el ps136 deje sin efecto el Artículo 21 de la Ley 22-2013 va tallando un diseño en la pared con un mensaje que aspira a normalizar una adopción por parte de un “matrimonio” o “pareja de hecho” que pudiera lucir algo así:
Papá es de identidad de género masculino, biológicamente mujer con una orientación sexual pansexual (que le atrae tener relaciones sexuales independientemente de la identidad de género de la otra persona); y Mamá es de identidad de género femenino, biológicamente varón con una orientación sexual omnisexual (que se siente atraído a cualquier identidad de género independientemente de la orientación sexual de esa persona).
Clarísimo, ¿no? El asunto es que habrá que preparar el protocolo para adoptar bebés independientemente de la constelación sexual e identitaria de los adoptantes sea real o percibida o todo lo contrario ¡Papá y Mamá reales-percibidos se gustan, desean tener una familia y punto!
El ps136 es salvaje y despiadado. El proyecto es malo, malo, malo. ¡No te quedes callado! Llama a los representantes y desmonta esta maleta. ¡No al ps136!

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