La depresión navideña ¿invento o realidad?


“Navidad que vuelve, tradición del año, unos van alegres y otros van llorando.” Así comienza la letra de una canción navideña que alcanzó la fama cuando mis padres eran unos adolescentes. Curiosamente después de muchos años, esta canción aún refleja la realidad que sigue latente en nuestra sociedad con relación a la época de la navidad. Unos se sienten felices y con deseos de celebrar el momento con sus familiares y amigos. Pero lamentablemente, otros tantos se sienten tristes y para ellos la temporada navideña no les brinda ningún motivo de celebración. Estas personas pueden experimentar sentimientos de soledad, nostalgia y una sensación de vacío que hacen que los días de la navidad sean unos llenos de desánimo y sin voluntad para festejar.
A este conjunto de emociones se le conoce como la depresión navideña. No es un trastorno reconocido por el Manual de Desórdenes Mentales, DSM-5-TR. Sin embargo, el malestar experimentado por quienes la padecen pudiera representar una molestia tan marcada que afecta negativamente las relaciones interpersonales alterando la ejecución de las actividades diarias. Cualquier persona puede sentir la depresión navideña porque el significado o la interpretación de la navidad es subjetiva de acuerdo con las experiencias de cada ser humano. Hay que recordar que no se trata de una patología y sí de un estado del ánimo decaído con una actitud negativa hacia la temporada de navidad.
Ahora bien, ¿cuáles son las posibles causas de la depresión navideña? ¿Por qué muchos se deprimen en esta época del año? Las razones pueden ser variadas. En primer lugar, una de las causas es que aquellos que ya tienen un historial de depresión o que llevan algún tratamiento clínico de su condición emocional pudieran estar más vulnerables y los síntomas podrían exacerbarse. Además, las personas que han tenido pérdidas relevantes (seres queridos, área de la salud, situaciones económicas, relaciones afectivas) podrían estar más susceptibles a sentir la depresión navideña porque extrañan a sus seres queridos que han fallecido o por la terminación de una relación sentimental.
Otros se deprimen en esta época porque sienten nostalgia por los tiempos de bonanza económica y ahora se encuentran con limitaciones financieras que afectan a la familia, especialmente si tienen niños pequeños. Relacionado a este punto, se puede observar un bombardeo mediático en la televisión, las redes sociales y en el internet para que las personas hagan gastos en cosas que muchas veces son innecesarias. También vemos en el ambiente un contagio y una presión social y publicitaria donde se hace casi mandatorio el hacer regalos y tener caras de alegría y felicidad, cuando muchas veces la realidad es muy diferente.
En muchos casos se podría decir que existen unas señales que indican que las personas se encuentran deprimidos por la temporada navideña. Algunas de estos indicadores son: a) Indiferencia y apatía hacia la navidad; b) Mal humor o irritabilidad, donde las canciones y los villancicos son molestosos y c) Un rechazo a todo lo relacionado con la navidad.
Si piensas que estás pasando por una depresión navideña y piensas que no puedes hacer nada al respecto, te diré que afortunadamente existen algunas cosas que puedes hacer para sentirte mejor:
- Te invito a que hagas una mirada interna y tomes conciencia de los sentimientos de tristeza que te provoca la época de navidad. Piensa de donde surgen estos sentimientos negativos (pérdidas, decepciones, raíz de amargura) para que puedas transformarlos por unos más positivos. Muchas veces es necesaria la ayuda profesional para perdonar y sanar emocionalmente.
- Una vez que hayas podido enfrentar tus sentimientos y hayas reanimado tu estado emocional, piensa como puedes redefinir esta época para que tenga un nuevo significado para ti, con un nuevo sentido para tu vida.
- Te sugiero una reflexión pausada sobre lo que te sugiere el nombre de la navidad, lo que significa, las razones por las cuales debería recordarse el nacimiento de Jesús y cuál fue el propósito de su nacimiento. Es necesario concentrarse en el verdadero significado de la navidad para que empieces a tener la perspectiva correcta.
- Relacionado a lo anterior, analiza tu vida espiritual y tus creencias con relación a Dios. Si lo pensamos, el nacimiento de Jesús fue el acto de amor más grande ofrecido por Dios para regalar la salvación a la humanidad. Si decides dar un paso hacia la aceptación de ese regalo de amor, tendrás unos beneficios profundos que redundaran en tu vida presente y futura.
- Después de haber trabajado en tu proceso personal, es posible que te percates de que en la navidad no tienes que seguir necesariamente la costumbre de hacer los regalos, las compras y estar siempre en reuniones y fiestas con familiares o amistades. Decide en cuales actividades deseas realmente compartir con las personas que son importantes para ti.
- Piensa como puedes invertir tu tiempo en los demás. Podrías hacerle una visita a los seres queridos que no ves hace algún tiempo o puedes darles una llamada telefónica. Dedica algunas horas de servicio voluntario en organizaciones que ayuden a los niños y ancianos. Coteja si alguien en el vecindario necesita algún tipo de ayuda o tiene alguna necesidad y llévale un poco de alegría.
Recuerda que estas son solamente sugerencias generales. No olvidemos que las circunstancias que llevan a la depresión navideña varían de persona a persona. Por lo tanto, si entiendes que lo que estás atravesando es algo mucho más serio, te sugiero que coordines la asistencia de un profesional de la salud mental. Solo tú conoces tu tristeza y tu dolor y solo tú puedes tomar la decisión de mejorar tu situación. Aléjate del bullicio que muchas veces confunde y abruma. Piensa en ti. Haz la diferencia en esta navidad; busca tu bienestar y ten paz.

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