La falsa dicotomía del socialismo o estadidad

La campaña política está en su punto más recio debido a que estamos a tan solo dos meses de las elecciones y constantemente se escuchan dos narrativas:

“No votes por los que quebraron a Puerto Rico, vota por la Alianza”

y la otra,

“No le des tu voto a la Alianza socialista, vota por el PNP que vamos a traer la estadidad”

El mensaje de la Alianza es uno que especialmente le ha llegado a muchos jóvenes y personas que antiguamente se consideraban del PPD, creando solo malas noticias para el partido de la pava. Los números de Jesús Manuel no pintan bien y, para colmo, el partido ha recibido una ristra de malas noticias últimamente que comienza con excandidatos abandonando sus filas y terminando con la noticia de que el Partido Demócrata eliminó el ELA como parte de las fórmulas de estatus que están impulsando, dejando solo a la estadidad y la independencia como opciones viables.

La alianza entre el PIP y MVC parecía seguir creciendo con cada mal paso que daba el PPD y las encuestas seguían ofreciendo números históricos para Juan Dalmau, a quien la encuesta del Vocero ubicó en un segundo lugar, solamente perdiendo frente Jennifer González para la gobernación. Pero entonces pasaron las elecciones de Venezuela y el programa de televisión político conocido como “Jugando Pelota Dura” tuvo de invitado a Juan Dalmau del Partido Independentista para preguntarle su punto de vista sobre la forma en que Maduro se ha aferrado al poder y llevó acabo unas elecciones amañadas con el propósito de dar la apariencia de haber ganado una contienda electoral justa. Pero saliéndose del libreto de las elecciones venezolanas, Cyd Marie Fleming le hizo una pregunta a Juan Dalmau que él se rehusó en contestar: ¿Apoyas el régimen de Maduro? La pregunta fue tan contundente que Dalmau usó todas sus habilidades intelectuales para tratar de dar la apariencia de haberla contestado. Luego, ese mismo programa televisivo trajo a María de Lourdes, también del PIP, y le hicieron la misma pregunta, la cual tampoco contestó. La falta de contestación de ambos creó mucho de qué hablar en las redes sociales y en los medios. Muchos se preguntaron: ¿Cómo no pueden contestar una pregunta tan obvia? Para colmo, Julio Muriente, quien es candidato bajo la Alianza, dijo en otra entrevista que según conversaciones que él ha tenido con Dalmau, le consta que cree en el régimen de Maduro. Luego de esta entrevista Dalmau dejó claro que no estaba de acuerdo con las acciones de Maduro específicamente en cuanto a las elecciones, pero concerniente al sistema de gobierno de Maduro, no ha querido hacer más declaraciones.

Naturalmente esto ha traído una cantidad grande de críticas para Dalmau ya que la mera asociación al régimen de lo que muchos consideran un dictador es algo que no puede ser tomado livianamente. Para hacerlo peor, existen videos de Dalmau en las redes del 2015 en una entrevista donde él habla sobre recibir unas credenciales de parte del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega para impulsar la “revolución Bolivariana” (sus propias palabras). Muchos de los seguidores del PIP y de Juan Dalmau se han aferrado a una terminología relativamente nueva para el PIP, la palabra “socialdemocracia”. Esto fue parte también parte de los proyectos de gobierno que ha desarrollado el PIP para según ellos arreglar la economía y mejorar al país. Pero esta palabra trae consigo un problema, es una palabra inexacta que puede significar algo muy distinto a lo que Dalmau y su gente están tramando. Por ejemplo, sabemos que el PIP no favorece la libertad de expresión ya que el proyecto del senado 326 de 2022, conocido como el proyecto de “acoso callejero”, recibió el voto de María de Lourdes. Esta medida con nombre de eufemismo otorgaba multas a las personas por hacer cualquier ruido con la boca que cualquier persona considere algo que implique acoso. El PIP tampoco está de acuerdo con la libertad religiosa. El programa de gobierno del PIP se opone a la educación de los niños de parte de escuelas iglesias. El PIP además se ha opuesto al derecho de los padres de decidir lo que está bien o no para sus hijos. De acuerdo con el PIP los niños son suficiente sabios como para tomar decisiones que pueden alterar su vida por siempre, como usar hormonas para detener su pubertad o incluso hasta hacerse operaciones para alterar sus genitales de manera irreversible. Finalmente, entre las propuestas económicas de Dalmau se descubrió que el PIP no cree en el derecho de la propiedad. Estableciendo multas para dueños de terrenos que pueden ser usados para agricultura y reservándose el derecho a dictaminar quién puede sembrar y dónde.

Si con toda esta información no te quedan deseos de votar por Dalmau, las malas noticias no se quedan allí. El partido que está en la delantera de acuerdo con las últimas encuestas es el Partido Nuevo Progresista y el historial detrás del PNP es mucho. El único partido que ha tenido un gobernador que ha tenido que renunciar, el partido con más convictos por corrupción, el partido que junto al PPD llevaron a la Isla a la quiebra poniéndonos bajo la autoridad de la Junta de Supervisión Fiscal. Comparten junto al PPD la responsabilidad de llevar a la bancarrota a la Autoridad de Energía Eléctrica, comparten junto al PPD un récord negativo de administrar el dinero del pueblo con constantes escándalos donde la prensa nos demuestra mal manejo de fondos públicos, contratos especiales para “amigos del alma” y políticos derrotados ganando sueldos de sobre cien mil dólares al año por trabajar en posiciones de “ayudante tipo II”. Cuando sumas a esto que el Partido Nuevo Progresista insiste en prometer que va a traer la estadidad con cada plebiscito que hacen (ahora en cada ciclo eleccionario) a pesar del rechazo actual de parte del Partido Republicano de votar a favor de estadidad y su renuencia a tan siquiera considerarlo como parte de su programa de gobierno. Cada vez nos vamos pareciendo más al niño que le prometen un viaje a Disney cada verano para luego tener que conformarse con el parque de chorritos del municipio.

Como pueden apreciar con la información que les he dado, ninguno de los dos son buenas opciones. Decir que hay que votar por los que nos quebraron porque no podemos permitir que la extrema izquierda se adueñe de la isla, no me alivia la conciencia cuando tengo que pensar que la candidata que va a estar al frente del país ha sido parte de la administración por largos años y es una de las razones por las que tantos de nuestros jóvenes se han ido de la isla buscando mejor calidad de vida y mejores oportunidades. Ellos, en gran medida, han sido parte de la razón por la que cientos de miles de familias puertorriqueñas se han dividido y han causado un “brain drain” que nos tiene casi sin médicos y jóvenes profesionales y nos ha puesto en el mapa mundial entre las tasas de natalidad más bajas del mundo, posiblemente robándonos de un futuro Puerto Rico funcional.

Pero existe otra alternativa. Una que nos exime del sentimiento de culpa que nos debe de invadir si nos conformamos con votar por el “menos malo”. Existe un partido que ha reconocido que la estadidad no tiene posibilidades a menos que comencemos administrando bien lo que tenemos actualmente. Ese mismo partido no comparte sus ideas con regímenes socialistas latinoamericanos. Javier Jiménez es un administrador comprobado que junto con Proyecto Dignidad representa los valores del pueblo de Puerto Rico. Por eso es importante no caer bajo la tontería de escoger entre dos partidos que no tienen nada que ofrecerle a PR. No debemos caer bajo la falacia de respaldar al que no nos representa ideológicamente, ni al que ha causado daño al pueblo de Puerto Rico con su largo expediente de corrupción y mala administración. No existen solo dos partidos en Puerto Rico, y no tenemos que seguir en decadencia. El poder de escoger un mejor Puerto Rico con mejores oportunidades está en nuestras manos, salgamos de la falsa dicotomía y votemos por el mejor en noviembre.