La mujer y la política, entre discursos y realidades


Diga cual es el reto de la mujer en la política puertorriqueña. Yo contesto, el mismo que tiene la mujer en cualquier escenario que requiere de ella sus capacidades, habilidades y su compromiso. El reto no es porque se es mujer, o porque la sociedad puertorriqueña se opone a su desarrollo, o a su inmersión en el campo político, como trilladamente se hace ver. El reto es tener lo que se necesita para hacer las cosas bien en ese escenario. Porque siendo honestos, ya no se trata primordialmente de sexo, sino de interés, mérito y competencia.
Cada año escucho el mismo discurso. Que si la mujer está oprimida, que no puede trabajar en lo que quiere, que estudia lo que le imponen, que no tiene acceso a la educación y a los empleos, que no tiene representatividad y por ahí va el cuento. Lo cierto es que el discurso es repetitivo y no cambia a pesar de que nuestras circunstancias sí lo han hecho.
Haciendo un vago conteo me topo con que en este cuatrenio las mujeres copan un sin número de instancias, la Secretaría de la Familia, el Departamento de Corrección y Rehabilitación, el Departamento de Transportación y Obras Públicas, la Oficina de Recursos Naturales, la Secretaría de la Gobernación, la dirección del Puerto Rico Innovation and Technology Service, la presidencia del Tribunal Supremo de Puerto Rico, la Administración de Servicios Generales y sin dejar a fuera que el cuerpo del Senado está compuesto por 14 senadoras, estando en mayoría. Nada mal para un país al que se le acusa de atrasado, patriarcal, misógino y discriminatorio. Pero estos datos no sirven a la causa de la victimización, de la desigualdad y de la falta de oportunidades. Así que es mejor mantenerlos ocultos, no vaya a ser que a alguno con sentido común se lo ocurra cuestionarlos. Seamos francos, no todas las mujeres tienen interés en la política, o al menos en posiciones tan frontales como la legislatura. Pero a la que le interese, en nuestro país, no hay obstáculo que le impida insertarse. Y al que dude de ello, que observe el récord. Puerto Rico sigue posicionándose como uno de los países con mayores oportunidades para el desarrollo de la mujer.
Como he dicho con anterioridad, es innegable que en el pasado existían grandes retos en el país hacia el cumplimiento de la igualdad entre los sexos, la protección y el empoderamiento de la mujer. Sin embargo, promover y asegurar que los avances no existen hasta el punto de negarlos es deshonesto.
El reto para la política en Puerto Rico es que más mujeres se interesen en ella, compitan y lleguen a los escaños. Luego que demuestren que tienen madera para el cargo. De eso se trata la igualdad de oportunidades. No hay nada que nos impida llegar, hay que trabajar, sacrificar y que el pueblo decida por los mejores.

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