La política de EE.UU. toma un giro inesperado a causa de un debate

Hace apenas una semana Donald Trump era un expresidente con 34 cargos criminales con más cargos pendientes en al menos 2 casos adicionales incluyendo un caso federal, Biden era un presidente incumbente con buenas posibilidades de revalidar y los demócratas se sentía seguros que tenían a Trump en una posición comprometida. Pero todo eso cambió el jueves comenzando con el debate presidencial donde Trump dominó ampliamente demostrando ser más calmado y calculado que en debates anteriores. Pero lo que verdaderamente fue el enfoque del debate fueron las claras señales de decadencia cognitiva del presidente Biden. En un momento específico Biden estaba en medio de una oración, titubeó por varios segundos para terminar la oración con un tema completamente distinto. En otro momento durante el debate terminó una oración con unas palabras inentendibles, tanto así que Trump aprovechó para decir que él no entendió lo que dijo Biden y que él pensaba que Biden tampoco entendía lo que el mismo dijo. Por la cara de aturdido que tenía Biden en su rostro, Trump aparentemente tenía razón.

Para completar, cuando hicieron el “Fact Checking” del evento salió a relucir que Biden dijo mentiras grandes, mientras que Trump siguió con sus usuales exageraciones. Los “Fact Checkers” ponen las exageraciones de Trump como mentira, pero no es lo mismo inventarte una postura como Biden decir que Trump va a ilegalizar el aborto (mentira), a que Trump diga que la forma de salida del ejército Americano de Afganistán fue una debacle embarazosa que fue culpa de Biden (lo fue). Había un acuerdo desde Trump para salir de Afganistán, pero el acuerdo no contemplaba dejar millones de dólares en equipo y abandonar a personas que ayudaron a la milicia por años para ser masacrados por los Talibanes. Esas decisiones fueron tomadas por la administración de Biden y no tenían nada que ver con Trump, sin embargo, los “Fact Checkers” usan el plan de Trump de salir de Afganistán como excusa para decir que es una mentira de Trump. Poner ambas cosas como mentira distorsiona lo que Trump estaba tratando de comunicar.

El debate fue un desastre para Joe Biden y desde su comienzo solo logró poner en primera plana sus problemas cognitivos y para colmo abrir el debate a que la gente se pregunten ¿Desde cuándo Biden está asi? ¿Si Biden está tan claramente afectado, ¿Por qué nadie dijo nada? Esto pone a los votantes en una posición de asumir al menos una de las siguientes aseveraciones:

1. Los demócratas llevan años mintiéndonos sobre el estado cognitivo de Joe Biden y el estado administrativo se estaba encargando de tomar decisiones sobre el país que le corresponden solo a un presidente elegido.
2. Los demócratas no lo sabían porque le hicieron caso a un grupo pequeño que rodea al presidente que no dejaron la condición del presidente conocerse de manera clara a tal grado que engañaron hasta a los medios.

Una de estas dos aseveraciones tiene que ser cierto. Es imposible que solo los Republicanos sean los únicos que se hayan dado cuenta de los problemas de Joe Biden hasta antes de ser presidente. Aunque es cierto que ser de un partido u otro produce algo de distorsión cognitiva, pero nunca había alcanzado este nivel. Si Donald Trump tuviera a este nivel de incapacidad cognitiva, no hubiera medio que no estuviera hablando sobre el asunto. Pero esta semana la prensa ha sido mucho más certera con sus análisis sobre la condición de Biden y los demócratas no lo han tomado bien.

Acostumbrados a ser tratados como “los buenos’, muchos demócratas han tenido una semana mala cuando le sumas que el Supremo Federal hizo oficial la inmunidad presidencial, dejando aún más claro que nunca que actos cometidos por un presidente durante sus labores presidenciales no pueden ser enjuiciados durante ni después de su tiempo en Oficina. Esto prácticamente le hizo imposible los múltiples casos que tenían en contra de Trump diseñados para entramparlo usando formas novedosas de interpretar la ley y crear mayor repudio hacia Trump. El caso de Nueva York del Fiscal Alvin Bragg fue claramente el primero de estos casos. A pesar de haber sido encontrado culpable, la convicción no se hace oficial a menos que haya una sentencia y a causa de esta decisión del Supremo Federal la sentencia se ha aplazado para septiembre. Así “como la comida del pobre” para efectos prácticos se agua la agenda diseñada por los demócratas y la política americana toma un giro a favor de los Republicanos y Donald Trump. De seguro habrá más cosas buenas y malas en los próximos 4 meses para ambos partidos. Pero será difícil superar estos dos sucesos debido a su gran importancia.