Mujeres provida objetan designación de Janet Parra para secretaria de Justicia


“No Confirmen a Parra”
La señora gobernadora Jenniffer González Colón ha designado para ocupar la Secretaría de Justicia a la licenciada Janet Parra. La licenciada Parra es una probada servidora pública con más de veinte años de experiencia y su profesionalismo junto a su amplia trayectoria no la cuestionamos, ni la desmerecemos. El asunto no es personalismo, sino sobre las consecuencias de sus creencias e ideas sobre un asunto medular para nuestra lucha social: el derecho de nacer.
Hay un asunto que por intereses ideológicos políticos no se ha querido resolver en Puerto Rico: La protección de las dos vidas, madre e hijo, en la práctica barbárica del aborto en pleno siglo 21. La madre y la criatura que experimentan un embarazo inesperado son dos víctimas de una industria engañosa, sangrienta y cruel que ha sido alimentada tanto por las ideologías feministas, como por las globalistas y sexualistas de “ciencia” corrompida y falsaria que distintos actores sociales, abogados y políticos afines o ignorantes han comprado por décadas.
La persona más vulnerable es siempre y sin duda el bebé, por ser el ser humano más indefenso e inocente de la difícil situación. Los concebidos no nacidos no tienen derecho a ejercer su legítima defensa y dependen de que los demás les defendamos. La flora y la fauna son más protegidos que el ser humano residente en el vientre.
No detener la estela de muertes de seres humanos concebidos en Puerto Rico no es por falta de ley vigente. Desde el verano del año 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos de Norteamérica derogó la jurisprudencia de Roe vs. Wade. En somera descripción, se resolvió que el mal llamado “derecho” al aborto nunca existió dentro de la Constitución.
“La Constitución no hace referencia al aborto, y ningún derecho de este tipo está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional”.
Opinión mayoritaria según expresada por el Juez Samuel Alito, Corte Suprema de EE.UU. Dobbs vs Jackson
El efecto de esto es que desde el 24 de junio del 2022 cada estado (incluido Puerto Rico) es libre de activar sus leyes preexistentes y decidir los contornos del asunto legislando lo que sea preciso según las aspiraciones de sus ciudadanos.

Las leyes son precisamente para establecer los valores morales que fortalecen un país. Ningún acto puede ir en contra de la ley, la moral y el orden público. Quien degrada la ley, destruye al país. Pero, en Puerto Rico se ha caído en la desgraciada costumbre de que gobernantes y funcionarios se pasen la ley por las espaldas en no pocas ocasiones. También se ha hecho costumbre el cliché falsario de decir que los asuntos de moral no se legislan o no se tratan en la función pública como ha denotado una de las expresiones de la licenciada Parra cuando declaró: “Una cosa es lo que yo moralmente piense y lo que la ley le garantice…” “Los asuntos de moral, esos yo los discuto en la Iglesia desde el púlpito.” [Jugando Pelota Dura, 13 de enero de 2025 min.55 en adelante]
Jenniffer González, la señora gobernadora, al principio de su posesión del puesto expresó que hay que buscar consensos sobre el aborto ¿Consensos para decidir quién vive y quién no? ¿Buscar consensos cuando ya Puerto Rico cuenta con una ley vigente? De hecho, cuando la Corte Suprema de EE.UU. derogó Roe vs. Wade, uno de los primeros abogados en reaccionar con su lectura legal del asunto fue el hoy nuevamente presidente del Senado, licenciado Thomas Rivera Schatz.
El senador Rivera dijo entonces: “Se fue Roe vs. Wade, se fue Pueblo vs Duarte. Y los artículos del Código Penal 98, 99 y 100 que atienden el tema del aborto son los que están en vigencia. No hay en Puerto Rico ninguna ley sobre el aborto que no sea esos tres artículos del Código Penal.” … “Pueblo vs. Duarte se fue por el chorro.”
La licenciada Parra en su gira de medios en los recientes días, ha reiterado por cuatro ocasiones posturas conflictivas sobre el aborto. Nunca menciona la caída de Roe vs. Wade, tampoco los artículos 98 y 99 de nuestro código y le añade una excepción nueva, que el actual código no tiene: Permitir el aborto en caso de violación sexual. Ha expresado que los asuntos de moral ella sólo los discute en su iglesia y que hay que “garantizar” derechos y respetar la ley “¿por qué yo tengo que hacer que una víctima cargue con el pecado de otro?” refiriéndose a facilitar no poniendo trabas para abortar al bebé concebido por incesto y agresión sexual.
Sobre la moral y sobre la ley, la postura expresada por la licenciada Parra es una falta a la honestidad intelectual. De no ser la moral la base de la ley ¿por qué no rompemos y echamos al zafacón nuestros códigos civil y penal para todos los demás delitos e ilegalidades? Esas señales discursivas nos hacen cuestionar el nombramiento. ¿Será la licenciada Parra la intelectual con los valores morales claros que se requiere en este tiempo para hacer justicia al no nacido? ¿Será Parra la voz de la señora gobernadora en el asunto y por eso nos adelanta una posible legislación con su discurso? Su nueva propuesta de añadir “derechos” y “excepciones” que no existen en Puerto Rico es muy sospechosa.
Lamentablemente, con esas señales, de ser confirmada la licenciada Parra como secretaria de Justicia, continuaremos muy probablemente con los siguientes escenarios: 1) el estancamiento en ese tema, los abortorios abiertos por la libre y la no activación de la ley vigente que prohíbe el aborto por simple pedido en Puerto Rico; 2) que se active el código, pero se levante una maquinaria política para empujar la nueva excepción de permitir abortos por razón del bebé ser concebido por una agresión sexual creando así una nueva categoría discriminatoria de seres humanos dignos de morir en lugar de vivir; 3) aprovechar ese tren y abrir a legislación que derogue los artículos 98 y 99 para construir una nueva ley tipo Roe vs. Wade puertorriqueña.
Expresar que ella personalmente no cree en el aborto, pero por otro lado añadir otra excepción en su propuesta debilita su credibilidad. De hecho, la licenciada Parra expresó sus incongruentes creencias sobre los términos para practicar un aborto de un modo no compatible con el código vigente y en degradación de la vida humana en útero. Este pasado 21 de enero de 2025 en una entrevista desde la emisora WKAQ 580 AM dijo lo siguiente:
“…y si se toma la decisión de culminar el embarazo, que entiendo que debe ser dentro de ese primer trimestre… porque no estamos hablando de una niña que ya tenga un embarazo adelantado, porque entonces ya estamos cometiendo el asesinato de un bebé.”

O sea, para Janet Parra “legalmente” la vida de un bebé concebido por violación sexual e incesto debería ser digna de ser protegida después del primer trimestre, antes no. ¿De dónde sacó ella esa doctrina de ley sino de la muerta, obsoleta y derogada Roe vs. Wade? Además, las implicaciones de las incongruencias contenidas en la postura de Parra, son en total desconocimiento del desarrollo en útero del ser humano durante su primer trimestre, cuando entre las semanas 6 y 9 ya tiene sistemas cardíaco, neurológico y extremidades formados y en semanas 10 a 12 ya cuenta con sistema digestivo y riñones funcionales además de producir hormonas sexuales. ¿Cómo para la licenciada Parra de la semana 13 en adelante el aborto es un asesinato y antes no?
La licenciada Parra desconoce el otro lado de la moneda de las verdaderas consecuencias que tiene en mujeres y niñas víctimas de agresión sexual el que se le facilite el aborto, entre amplísima data estudiada que nos lleva a prohibir el aborto por pedido y aún por razones de las circunstancias de cómo son concebidos los bebés, si son deseados por sus madres o no.
El aborto no es una “terapia” certificada para sanar el trauma de la violación sexual, de hecho, le añade traumas. Pero, al parecer, la licenciada Parra desconoce esa data o la ignora. ¿Por qué empuja con tanta insistencia la excepción para abortar de esos casos y lo reviste de un “derecho”? Acaso no es esa la misma monserga feminista abortista: Usar el .04% de los casos para perpetuar el aborto por simple pedido en el resto de los 99.6%. También nos entristece mucho como mujeres cristianas, que la licenciada Parra quien se presenta como líder cristiana, ande tan desorientada en el asunto de la ética cristiana y el aborto para informar el derecho en lo moral y la base de la justicia.
Sobre los argumentos esbozados desde Mujeres por Puerto Rico en objeción del nombramiento de la licenciada Parra y cómo los ciudadanos pueden contactar a los senadores de la Comisión de Nombramientos para expresar un “No confirmen a Parra como secretaria de Justicia” pueden acceder publicaciones y videos informativos abordando el asunto, a su página de Facebook.
Prohibido Olvidar
En Puerto Rico, durante el pasado cuatrienio todas las encuestas sobre el aborto, arrojaron que la mayoría de los ciudadanos estamos de acuerdo en eliminar, limitar o regular aun más dicha práctica inhumana. Con toda probabilidad, tomando en cuenta el factor multiplicador por abortar cada vida que luego no se reproduce para la tasa de reposición demográfica, en Puerto Rico no hemos dejado nacer a cerca de un millón de puertorriqueños. ¡Puerto Rico muere!
El pasado gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi y su secretario de Justicia Domingo Emmanuelli NO HICIERON NADA para aplicar la ley la existente en el Código Penal de Puerto Rico en sus artículos 98 y 99 dónde claramente se prohíbe el aborto y sólo se permiten dos excepciones para su práctica: conservar la salud o vida de la madre.
Esa dinámica fue muy álgida y desagradable con un secretario de Justicia que en pleno debate público nos insultó a los conservadores y fue tan lejos como a testificar que el “derecho” para abortar de las mujeres es “sagrado”. Sus ataques acordes a un activista abortista más que a un jurista, provocaron que hiciéramos protestas y exigiéramos su renuncia. Pero, Pierluisi sólo le pasó la mano y lo dejó en su puesto hasta el final, SIN ACTIVAR nuestra ley vigente local con clara prohibición del aborto en Puerto Rico.
Desde la decisión de la Corte Suprema en el caso Dobbs, ninguna administración de gobierno en Puerto Rico tiene la excusa de que está atado a ley federal. ¿Hay güáramo y valor suficiente en las ramas ejecutiva y legislativa del 2025? Pues, a juzgar por la primera señal con el nombramiento de la señora gobernadora colocando a la licenciada Parra para dirigir el Departamento de Justicia, la apariencia es que no se ve güáramo suficiente. Cuando no se tiene la fuerza de carácter para proteger al máximo la vida humana del más vulnerable de los vulnerables ¿Qué podríamos esperar?
Mujeres por Puerto Rico también objeta los nombramientos a secretario del Departamento de Salud del Dr. Víctor Ramos (quien a su vez se expresó en contra de restringir el aborto) y la señora Suzanne Roig-Fuertes para secretaria del Departamento de la Familia. Ambos, por la gran carga ideológica que arrastran en sus récords con posturas globalistas sexualistas que afectan a la integridad de la niñez y a derechos fundamentales tales como: La libertad por conciencia y religiosa, y acerca del derecho de los padres sobre la crianza, educación y cuidado de sus hijos. Lo que incluso plantea posibles pérdidas de fondos federales con la implementación de las nuevas políticas públicas partiendo de las Ordenes Ejecutivas ya en vigor por la administración federal Trump-Vance que eliminaron la ejecución ideológica extremista “wokeista” en muchos renglones determinantes. Se espera que el Congreso siga legislando los contornos en esa dirección.
Para objetar dichos nombramientos, todos los ciudadanos podemos dejarnos sentir llamando al Senado al (787) 724-2030 solicitando las oficinas de la Comisión de Nombramientos y del Presidente del Senado. También, escribiendo un correo electrónico a: [email protected]

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