Nos están echando abono


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Nos están echando abono aunque parezca estiércol. ¡Eso nos hará crecer aún más! Ninguna agresión verbal, ataque o censura van a detener la verdad y tampoco al Puerto Rico Provida y Profamilia que sostiene a esta tierra con su decencia, su trabajo y su sacrificio.
A las mujeres y madres de esta lucha, mucho menos nos van a callar. Porque no tenemos memoria corta. Si hay algo que levanta a una mujer segura de sí misma, es cuando le increpan y le mienten a ella, a sus hijos y a su gente. Las mujeres provida estamos preparadas para convertir los agravios en bien con la ayuda de Dios, en fuerza y en valentía.
En los últimos nueve años nos han dicho de todo al Pueblo conservador de la vida, la familia y la buena fe. Sólo, por el hecho de querer proteger la vida misma, la inocencia de la niñez y promover a una generación saludable.
- En 2014, cuando dijimos no a la legalización del incesto y de las drogas, un senador nos dijo que éramos como los terroristas de la organización del estado islámico.
- Cuando decenas de miles marchamos en 2013 y 2015 en rotundo rechazo a la educación en ideologías sexuales y de “género”, en defensa de los derechos parentales y la no intervención del gobierno en los currículos de las Iglesias-Escuela, un comentarista político nos dijo: “imbéciles” y “fundamentalistas”. Nos echaron abono y tampoco nos lograron callar.
- En mayo del 2021 cuando por el Proyecto del Senado 185 nos desbordamos en firmas de ciudadanos, los cuadros telefónicos, los correos electrónicos y marchamos frente al Senado para detener –Otra vez– la imposición de la ideología de género y sus falsedades maquillado de “emergencia” con una ley que le daría poder a cualquier activista de “género” para llevarnos a la corte (por nosotros no ser creyentes de su misma ideología). Usándonos de excusa a las mujeres víctimas de violencia, para seguir botando nuestro dinero en saco roto con un modelo fracasado por décadas que no previene ni baja la violencia, ni las muertes en ningún país.
- Y cuando a la vez en ese mismo mayo del 2021 nos levantamos para detener el Proyecto del Senado 184, que iba directo a legitimar la manipulación psicológica de niños para conseguirle clientes a los centros de hormonización y mutilación de menores sanos, con la mal llamada “terapia afirmativa de género” ¿Qué nos dijeron?
El senador autor de ese proyecto nos dijo: idiotas, cavernícolas, fanáticos, bestiales, insensibles, primitivos, descoordinados con la realidad, criminales, machistas, retrógradas, estúpidos, güelíos, buenos para nada, trulla de maleantes, defensores de pedófilos, politiqueros, cobardes y babosos.
- El 14 de agosto del 2021, todavía bajo el temor de un virus, decenas de miles dejamos el miedo a un lado y estuvimos desde Capitolio hasta La Fortaleza reclamando: #NoALaDictaduraDeGenero y #ConmishijosNOtemetas
- [Hoy] en el 2023, cuando les pedimos rendición de cuentas y responsabilidades a los centros de aborto para denunciar la agresión sexual de niñas y les pedimos al Ejecutivo y a Justicia que también cumplan su deber para con 118 niñas llevadas sabe Dios bajo qué condiciones y por quiénes para abortar la evidencia del delito y dejar traumatizada a esas niñas de regreso a sus abusadores. ¿Qué nos acaban de decir ahora? ¿Qué insultos nuevos nos ganamos ahora? Locos y fundamentalistas.
Vuelven con el discurso refrito desde hace 9 años atrás. Para igualarnos con los radicales “anti derechos”, extremistas religiosos del medio oriente y nos achacan retrocesos de tortura medieval con cinturones de castidad.
¿Anti derechos dicen? Por estar a favor del derecho supremo a la vida, el derecho a que no toquen a nuestros hijos y el derecho a que dejen quietos nuestros derechos naturales (que preceden al estado) para vivir en paz y expresar nuestra fe.
Nos ganamos insultos y desprecio por el sólo hecho de aspirar a proteger la vida, la niñez y la sanidad mental para ese pueblo. Cuando se acaban los argumentos racionales en un corazón bajo tinieblas, es más fácil perder la cabeza, la compostura y recurrir al drama de los epítetos.
Esa cultura de la cancelación con la treta de la agresión verbal logra envalentonar a otros pocos más para que igualmente nos caigan encima –a callarnos–. Esta vez el arranque “woke” no vino de cualquiera. Vino del tercero en la línea de la sucesión constitucional para ser gobernador (que Dios no lo permita) si en este país se tuviera que activar ese mecanismo. Y para colmo, vino de la persona que se supone está llamado a velar que se imparta la justicia: don Domingo Emanuelli. Que el gobernador le respaldó la pataleta, haciendo unas expresiones flojas y no de un verdadero hombre de estado.
El mismo hombre, que en el 2022 se llenó la boca llamándole derecho “sagrado” a quitar la vida humana desde el vientre y que la restricción para hacerlo fuera “mínima”. Grabado parala historia también quedó.
Y nos preguntamos: Si toda esa colección de epítetos que nos hemos ganado en la última década por defender lo que creemos y queremos proteger, se los lanzaran en contra al señor gobernador, a cualquier legislador, a cualquier otro activista político, social o sexual ¿Qué pasaría? ¿Tendríamos a la policía golpeando a nuestra puerta? ¿Tendríamos a un emplazamiento en corte? ¿Tendríamos al Departamento de la Familia removiendo a nuestros hijos? ¿Estaríamos acusados de discurso de odio? ¿Nos estarían cerrando entidades y negocios?
El Señor gobernador fue secretario de Justicia. Él sabe muy bien que su secretario de justicia violó el orden de su puesto. Y ahora quiere minimizar y “pichear” el asunto. Un servidor público no puede llevar a cabo una acción que ponga en duda la imparcialidad e integridad de la función gubernamental.
Mientras todo esto pasa, las ramas ejecutiva y legislativa siguen insistentes y a sabiendas, obrando de espaldas al pueblo. En el Capitolio hay una cadena obsesiva con decenas de proyectos “de género”. Desde La Fortaleza en contubernio con todas las agencias y un andamiaje montado para ir detrás de los niños, la familia y las libertades fundamentales.
El aparato ejecutivo en el Depto. De Educación y el Depto. De la Familia, –Otra vez– colando ideología de “género” por la cocina. En acuerdos colaborativos con recursos externos, agendas de la ONU que cuelan a la “sociedad abierta” a todo lo malo de su comandante Soros; y hasta cartas circulares nuevas, pero amarradas a órdenes ejecutivas del ex gobernador García Padilla validando la supremacía de prácticas, tendencias e identidades sexuales y de género a menores que tampoco tienen edad para practicar y consentir, ni psicológica, ni legal.
Desde los puestos que no se merecen, también juegan con el palabreo y las leyes, para preparar así a los niños que terminarán referidos a los depredadores de “género” que les enfermarán y mutilarán el cuerpo con engaños. ¡Vienen por nuestros hijos! Vemos los trucos y ahora… ¿Con qué más nos van a venir? ¿Y con qué más nos van a insultar la inteligencia?
¡BASTA YA!
Hay un Dios que no se queda con nada de nadie. Y todos seremos llamados a cuentas. Al gobernador y a todos los miembros de su gabinete, funcionarios de influencia y poder: Les exhortamos a que busquen de la luz y honren la verdad. Eso es posible, si ustedes lo quieren. Dios tenga misericordia de ustedes y de nosotros. La misericordia no riñe con la verdad. En el fondo, ustedes nos provocan mucha tristeza, porque se han hecho esclavos de la mentira y necesitan ser libertados.
Al mismo tiempo, lo cortés no nos quita lo valiente. Ustedes tienen una tremenda responsabilidad y nosotros también. No hay derecho a llevarnos enredados al resto, con sus malas ideas y servidumbres.
NO CALLAREMOS. NO DESISTIREMOS. A través de los años con cada insulto nos echan abono para que siga creciendo la lucha por esta causa justa. Somos hombres y mujeres. Somos Provida, ProNiñez, Profamilia y ProVerdad. Y seremos Provida humana de por vida, hasta en la luna y desde el más allá.
A los hombres y mujeres de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y a las alcaldías también: Basta ya de la cultura de muerte. Cesen y desistan. Porque nosotros no desistiremos de hablar revelando la verdad. El llamado a las urnas también se acerca.

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