RELIGIÓN e IDEOLOGÍA: ¿Son lo mismo?


La Constitución de Puerto Rico dice:
Sección 1. Dignidad e igualdad del ser humano; discrimen, prohibido.
“La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales ante la Ley. No podrá establecerse discrimen alguno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social, ni ideas políticas o religiosas. Tanto las leyes como el sistema de instrucción pública encarnarán estos principios de esencial igualdad humana.”
La primera enmienda a la Constitución Federal de EE.UU. de aplicación en Puerto Rico dice:
“El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto al establecimiento de una religión o que prohíba el libre ejercicio de la misma.”
Más que la “libertad de culto” en una sinagoga, iglesia o mezquita. Significa que las personas no deberían tener que ir en contra de sus valores y creencias fundamentales para ajustarse a la cultura o al gobierno.
El derecho de las personas a vivir, hablar y actuar de acuerdo con sus creencias de manera pacífica y pública, es el pilar que sostiene a la democracia occidental.
El concepto de no discriminación por “ideas políticas o religiosas” puede que nos confunda. De hecho, parece plantear que ambas categorías de “ideas” fueran de igual valor. Al punto que hay unos que nos preguntan: ¿Cuál es tu ideología religiosa? O de plano ya unos nos dicen que la ideología y la religión tienen el mismo peso e importancia.
Con esta columna no puedo aspirar a profundizar y aclarar todas las interrogantes. Pero, sí invitar a que analicemos un poco la cuestión. Comencemos por las definiciones:
Ideología
Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.
Religión
Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración yel sacrificio para darle culto.
Ahora, cómo decían nuestros abuelos —Demos un poco de cacumen a esto. Es decir, pensar con agudeza y perspicacia.
•Las ideologías van por el lado dónde todo se acaba. Sólo pueden tratar sobre las cosas de esta tierra y el hombre hasta que muere.
•Las religiones van por el lado espiritual de un sistema más
allá de esta vida (la trascendencia).
Las ideologías ponen al ser humano y sus ideas en el centro de todo. Las religiones ponen en el centro a la Divinidad.
En el caso del cristianismo, se viene y se va hacia la eternidad con Dios. Nuestro gobernante es el Creador Divino de todo y de todos, manifestado a la humanidad en tres partes: Padre-Hijo-Espíritu Santo. Él es la fuente, la aspiración y la medida para todo lo que hacemos.
En el cristianismo, Jesucristo es el Rey de reyes sin ser un tirano. Nos heredó libertad para pensar, creer y obrar en consecuencia o no de sus consejos y estatutos para que tengamos una abundante vida, aquí, ahora y hacia la eternidad.
El arrepentirnos de todo lo malo aquí porque: el Reino de los cielos ha llegado es su gran llamado y luego, la misión de hacerles saber esa verdad a toda la humanidad hasta el fin del mundo.
Entremos al desarrollo ideológico. El autor Julio Montero, nos plantea lo siguiente:
“Luego, está la vida y está la historia. Encontramos sinvergüenzas entre cristianos y no cristianos; encontramos ateos que utilizan la religión para fines políticos y encontramos cristianos empeñados en que sólo hay una solución política para quienes tienen fe; la mayoría de los creyentes hace en política lo que mejor le parece (o lo que juzga menos malo); hay partidos, que asumen determinadas ideologías, que hacen de la cruzada contra la iglesia uno de los puntos fuertes de su política; otros no… y mil variantes más. ¿Tiene interés esto? Sí, pero para las ideologías y la fe no.”
¿Cuál es la diferencia entre religión e ideología?
Ambas asumen la existencia de creencias. Lo que las diferencia es «aquello» en lo que se cree. Y hay algunos que no lo tienen tan claro, porque después de todo como dice el apóstol Pablo:
Hay una lucha entre la carne y el espíritu.
Tomemos, por ejemplo la controversia del aborto. Hay «cristianos» a favor del “derecho a decidir” (decidir si dejar vivir o no al niño en el vientre). Lo justifican con interpretaciones “bíblicas” muy creativas y bastante políticas. Estos expresan algo así: “Yo en lo personal no creo en el aborto” pero creo que la mujer tiene “derechos”..de “intimidad”… de “elegir” y de “seleccionar” lo que sea mejor o pertinente para su vida… etc., etc.
Hay quienes se deslizan como un trapecista de circo, como el Secretario de Justicia de Puerto Rico, quien expresó en vistas públicas que “ese derecho de la mujer es sagrado.” Y cuidado, que cualquier jefe de agencia está hablando a nombre del gobernador. Que sepamos, el gobernador Pierluisi a eso no dijo si esa boca es suya. A esto…no seamos tan inocentones. No desautorizar esa expresión, es autorizarla de facto.
En la intimidad, también se dan abominables actos de violencia que son actos de asesinato, homicidio, etc. Si les preguntamos a estos cristianos a favor del “derecho a decidir” ¿Qué nos dirían en esos casos? En su contestación nos dejarían ver muy claro la inconsistencia de sus creencias religiosas y mucho de su ideología. Veremos que tiran más hacia lo ideológico que hacia lo divino.
A menos que su “religión” sea de corte más acorde al satanista, quiénes muy recientemente clamaron públicamente al aborto como cuestión “religiosa”.
Por otro lado, están los otros cristianos, a favor del “derecho a la vida” tanto del no nacido como de la mujer. Se denominan como “provida” y quien lo es genuinamente, no condena al infierno a la mujer que aborta –porque sabe muy bien que eso sólo es jurisdicción de Dios. Pero, sí saben muy claramente que la práctica es injusta, pecaminosa y que ambos (hombre y mujer que “optan” por abortar al propio hijo entre ambos concebido) ponen en riesgo su vida aquí y su salvación hacia la eternidad. En tanto que –no es causa lícita– por ser abominable a Dios derramar sangre inocente.
Para ello, este sector cristiano genuinamente provida en su mejor buena fe: Advierten, ayudan y aconsejan a quiénes se encaminan a la práctica del aborto (muerte).
De paso, toda legislación y esfuerzo político dirigido a eliminar o mitigar este mal (social, cultural y espiritual) será apoyado por ellos. Siempre han luchado por la aprobación de leyes que ayuden a salvar vidas. Favorecen a grupos ideológicos que proponen ese tipo de ley y valores. Pero, sus creencias y acciones son consistentes: Sólo Dios da la vida y sólo Él la quita, hayan o no leyes proaborto o provida.
¿Son todos los provida cristianos o devotos religiosos? No. Hay sectores no religiosos igualmente muy activos, conscientes y crecientes. Aunque sus ideologías primen, se alinean en concordancia de la causa con los religiosos, sin complejo ni temor alguno.
Claro, que también existen los oportunistas, sobretodo los oportunistas políticos que de momento son “provida”.
Algunos políticos, también con gran habilidad para incluso disfrazarse o colarse entre devotos religiosos en favor de sus ideologías –en discurso e imagen pública– para cuando conviene. Incluyendo fotos de cuándo “rezan” “oran” o desayunan con gente o ministros “religiosos”. Para que en el electorado creamos y votemos a favor de su ideología o partidismo.
¿Es malo tener ideologías? No. Lo malo es a quién se sirve y qué metas o fin último persiguen las mismas.
Históricamente, las creencias religiosas han sido fundamento en la formación de las culturas humanas.
Individuos religiosos, en particular creyentes devotos cristianos, fundaron en la civilización moderna la zapata para el servicio humanitario, el orden social, la búsqueda del conocimiento de la verdad y la libertad.
Lo hicieron para alcanzar a algo y alguien más grande que ellos: ¡A Dios! En quien se encuentra la primera, la última y la eterna verdad.
El afán postmoderno de eliminar todo “olor” o influencia de las “ideas religiosas” en los sistemas temporales ideológicos; o de contaminar lo religioso para convertirlo en ideológico: Es una realidad inescapable que tenemos que aprender a encarar.
Nos toca a nosotros hacer el esfuerzo constante de tener claras las diferencias entre lo que es ideología y lo que es religión. Queramos considerarnos o no “religiosos”.
Que de generación en generación sembremos la búsqueda de la verdad que trasciende culturas, ideologías, religiones, gobiernos, tiempos, mentes y espíritus.

Comment