SALIÓ LIMÓN ¿El gobierno o la vacuna?


Cuando algo nos sale malo o defectuoso decimos: ¡Me salió limón! ¿Estaremos en el imperio limón?
¡Este virus nos cambió la vida a todos! Y para cuando nos llegó la “solución tan esperada” la mayoría hicieron uso de la preciada libertad y se entregaron en cuerpo, alma y espíritu con genuina fe para acabar con el maldito virus. Nos portamos bien y aparentemente nos estaba yendo mejor. Hasta que a la “clase política limón” se le ocurrieron unas cuantas cosas.
Dos presidentes y dos gobernadores después, un día se nos acabaron las “ayudas económicas” y ahora hay que salir a producir. La solución que llegó se nos vendió como “todo poderosa” y se expandió. Pero en menos nada, ya participar de la “solución” no era libre y voluntario, sino obligado. Los colores y los sabores se matizaron en la historia del imperio limón.
“Se le acabarán las ayudas a la gente” − Habrían dicho los jefes del imperio limón. Y los genios de la insuficiencia habrían dicho: No nos podemos conformar con un 80% o un 90% de “completamente alimonados” para levantar la economía ¿Cómo alcanzar sacar un jugo al 100%? Sencillo, dijo el emperador del imperio limón: ¡Cerrando el cerco! ¡Lo siento mucho! Y en ese reino, los demás ni lo cuestionaron.
Todos sabemos cómo nos han apretado para sacar ese jugo al 100%. Sencillamente, apretando bien el cerco con una máquina bien aceitada: Ni estudio, ni trabajo, ni ningún servicio sea básico, esencial o de esparcimiento, si no estás “completamente alimonado”.
En este imperio alimonado se canta: 🎵”Naranja dulce limón partido, dame un abrazo que yo te pido.” 🎵 Quien no se someta será tomado por falto de amor y de irresponsable. Eso es prácticamente borrar del mapa a cualquiera por el sólo hecho de cantar una canción distinta a la del imperio limón.
El ciclo de poder y control es la forma en que opera un abusador. Como un marido maltratante que piensa que la mujer es de su propiedad, el afrentamiento presidido por el señor gobernador Pedro R. Pierluisi, ya se pasó. Ya es evidente que no es por amor a la patria o por la salud pública. Esto es ¡Otra cosa! Se llama MALTRATO.
Nos tocaron un tesoro preciado: LA LIBERTAD. Sin esa libertad el poder criar, educar y cuidar a nuestros hijos junto con poder ganarnos el sustento para ellos ¿Cómo será posible? Sencillo, entrando al cerco de poder y control del imperio limón y cantar su canción.
Nosotros: ♫“A la limón, a la limón, no tenemos dinero.
Ellos: A la limón, a la limón nosotros lo tenemos. A la limón, a la limón pasen los caballeros.
Nosotros: A la limón, a la limón nosotros pasaremos, completamente alimonados, aunque no queremos.”♫
Entre las tres concubinas ramas de gobierno, todas se rinden cada vez que el rey limón decreta. Junto a la complicidad de una cúpula del sector privado que ha sido escandalosamente cómplice o participante. Y por el otro lado un sector privado distinto, que está tan maltratado que ha quedado incapacitado para denunciar el abuso.
El politólogo Agustín Laje nos dijo el 14 de agosto de 2021 que si no le confiábamos a un político nuestra cartera ¿Por qué le íbamos a confiar a nuestros hijos? Que lo que aquí estaba pasando era “una afrenta contra la libertad”. Cada día que pasa, ese mensaje cobra mayor pertinencia. El tema cambia, en este caso no es la ideología de género, pero es el mismo principio antidemocrático detrás.
Examinemos el asunto de los niños y la obligatoriedad para alimonarlos.
El 11 de noviembre de 2021, en publicación de la propia página de la FDA, la comisionada Janet Woodcock expresó que: “los niños no contraen Covid severo con tanta frecuencia.” En el mes de diciembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS), comunicó que no estaba recomendando la vacunación general del Covid en niños y adolescentes porque este grupo no tenía la carga severa de la enfermedad. Considerándolos de muy bajo riesgo particularmente desde la variante Ómicron.
Seguidamente, a principios del mes de enero de 2022, la Dra. Soumya Swaminathan, jefe científica de la OMS expresó que no había evidencia de que los adolescentes necesitaran la dosis de refuerzo.
Por otro lado, en un artículo informativo del Instituto Pew del 7 de enero de 2022, se afirmó que la mayoría de los estados de EE.UU. desconfían de obligar a los niños a vacunarse contra el Covid. Ningún estado lo ha declarado mandatorio para que los niños entren a la escuela. Primordialmente, porque aún no ha sido completamente aprobada por la administración de drogas y alimentos (FDA por sus siglas en inglés) sino autorizada para uso de emergencia.
Por otro lado, veamos los siguientes datos:
- La mortalidad de la población pediátrica por Covid en Estados Unidos ha sido un .000843.
- Según la Academia Estadounidense de Pediatría menos del 1.7% de los casos de Covid en niños terminaron en hospitalización.
- La mortalidad por cada 100 mil habitantes, por Influenza en Puerto Rico para los años 2008 fue 25.0; 2009 fue 24.7; para el Covid al 27 de enero de 2022 fue 6.17 ¿Por qué entonces mandatos de obligatoriedad tan fuertes ahora?
- Las muertes de menores adjudicadas al Covid entre 0 y 19 años de edad no llegan a una cuarta parte del uno por ciento.
Ante las órdenes ejecutivas que siguen insistiendo con los limones en la misma canasta, nos preguntamos:
Si los niños no enferman tan gravemente del Covid, ¿Se enfermarían más por el hambre debido el despido de los empleos de sus padres? ¿Seguirán enfermando de ansiedad y depresión? ¿Seguirán siendo cada vez más adictos a los dispositivos electrónicos que les comen el cerebro con ideologías de todo tipo? ¿Se montarán más familias en un avión a otras tierras de mayor flexibilidad, oportunidad educativa y libertad?
Los que formamos parte de las organizaciones civiles que trabajamos con el asunto de la campaña #ObligadaNO y el #CeseyDesista de las órdenes ejecutivas, este año 2022 no paramos de recibir peticiones de orientación para poder canalizar las situaciones que están viviendo en las escuelas y los trabajos.
Por otro lado, los testimonios de efectos adversos, desde leves a bien graves son reales, aunque un sistema médico sea lento para reconocerlos. En un país con tanta cultura a favor de la vacunación como Puerto Rico, muchas personas lesionadas se inhiben de hablarlo públicamente o reportarlo a las autoridades pertinentes. Es definitivamente muy doloroso para ellos y también es un tema tabú. A la corta o a la larga el tiempo nos dirá y validará la verdad de esos efectos. Como pasó en el siglo pasado, cuando ocurrió lo del agente naranja y con las pruebas de la pastilla anticonceptiva o las esterilizaciones masivas irreversibles sin el consentimiento totalmente informado que vivieron nuestras mujeres puertorriqueñas. Como ven, hemos sido cuna y laboratorio del control poblacional.
Esto va más allá de una pandemia. En un imperio limón está prohibido decirle a su emperador que está desnudo. En este gobierno alimonado tampoco hay los suficientes valientes en la legislatura o en las cortes, que sean capaces de ver al elefante en el cuarto.
Aun así, no todo está perdido. Ya nos dijeron que en el imperio limón hay más de uno temblando pensando en su supervivencia política. Después de todo, la carrera electoral en Puerto Rico arranca casi dos años antes del día de votación. Si los ciudadanos echamos mano de la Acción Ciudadana y nos unimos en el esfuerzo, una cercana justicia podría hacerse prontamente posible. HAY QUE APRETAR DURO. ¡Hagamos limonada con estos limones!
Puedes entrar en el siguiente enlace para que veas cuatro estrategias para persistir en la defensa de tus derechos y libertades en el cese y desista de las órdenes ejecutivas:

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