Una verdadera libertad está sonando


El éxito del filme ‘Sonido de Libertad’ (“Sound Of Freedom”) ya sobrepasó a los carteles hollywoodenses. Esta victoria me ha revuelto el pensamiento y le ha soplado viento fresco a mi esperanza. Ganarle a Hollywood…¡Uff!, Este evento me puso a pensar que todo lo que muchos estamos sembrando y haciendo en nuestro territorio de influencia (hogar, comunidad, iglesia) no cae en saco roto. ¡Tenemos que continuar!
El simbolismo que los productores de la película quisieron exaltar al estrenar la taquilla un 4 de julio, día en que una nación celebra su declaración de libertad e independencia del tirano, fue magistral y respaldado por el cielo. El objetivo de esa estrategia es claro: Regresarle la libertad a los niños que no tienen libertad hoy como expresara el cineasta Verástegui en varias entrevistas.
Nuestras luchas para detener y extirpar las ideologías sexuales, políticas radicales, antiDios, antivida, antiniñez, antifamilia, antiverdad y antilibertad tratan precisamente de eso: ¡Regresarle la libertad a nuestros niños y jóvenes! Ayudar a prevenir que los pocos niños que hoy nos nacen, no caigan jamás presos de la maldad con los engaños que los esclavizan.
Hoy, hay niños esclavos en Puerto Rico y en el mundo entero. Por muchas malas influencias y las manos siniestras que quieren atraparlos. Las manos que insisten en mecer nuestras cunas, quieren gobernar al mundo con su depravación esclavista.
Esa esclavitud también está en:
La adicción al ciberespacio y su “metauniverso” en donde no hay amor verdadero; a la ley del mínimo esfuerzo; al miedo a no comprometerse con lo bueno para no ser cancelados o burlados por los demás; a renunciar a tener una familia; al consumo de porno, líricas deshumanizadas en la música; a la normalización de la violencia y de prácticas e identidades sexuales contra naturaleza (desde fornicación, adulterio, cientos de “géneros” y transhumanismo). Esclavitud porque han caído en la pérdida de la fe y la razón o propósito de su existencia. Al consumo de sustancias legales e ilegales, al aborto, a la eutanasia, a la ciencia corrupta, a los “placeres” sin Dios.
Los gobiernos del mundo, por acción y omisión, están operando con hombres y mujeres amarrados a un espíritu abusador de menores con animosidad pedófila. Por ejemplo: Las plataformas sociales o políticas de gobierno que insertan a los niños en asuntos elegetebitas y de “géneros” sin fin, son útiles a ese mismo espíritu pedófilo. Un ejemplo sumamente trágico y desgraciado ocurrió en las elecciones del 2020 en Puerto Rico, ya que en el Partido Nuevo Progresista (que era el único partido que faltaba) bajo las narices de todos e incluso de su propia base política (que ni se leen su propia plataforma) tocaron a los niños (véase págs. 160-161).
Ojalá esos políticos y funcionarios puedan entenderlo un día y se arrepientan de ello. No le deseo a nadie el lugar del lloro y el crujir de dientes eterno como consecuencia de su desprecio a la verdad. Los tales, aunque me provocan profunda frustración, más me provocan profunda lástima. Son tan pobres que lo único que logran es dinero y falso poder.
Igualmente, a los conservadores genuinos que quedan en el espectro de todas las filas políticas les exhorto: Enderecen ese camino torcido al que los están sometiendo y sean verdaderamente libres. Necesitamos que actúen decididamente y sin temor ¡Ya!
Los gobiernos no sólo son facilitadores del tráfico humano y sexual que se vio en la película, sino de un tráfico mental y espiritualmente esclavista que alimenta la búsqueda insaciable de “carne fresca” (los niños abusados sexualmente y los niños reclutados para la industria transgénero que hacen ricos a los depravados y a los políticos útiles para fondos de campaña). Hay que conectar todos los puntos que forman la red de la sexplotación.
Los ideólogos antilibertad del hoy, se discipularon ayer en las viejas fracasadas filosofías del marxismo económico que luego se reconstruyeron en un marxismo cultural preñado de extenso palabreo que han contaminado todo el espectro político (desde las izquierdas hasta las derechas). Esas ideas que tienen raíces anárquicas y pedófilas (Sartre, Beauvouir, Foucault, Kinsey, Money, Millet, Marcuse, Butler, Rubin, Califia, muchos otros) entran maquilladas de feminismo y progresismo con semillas que introducen desde el kínder a nuestros niños.
En esas perversas ideas está el ADN mensajero que inyectan a los partidos políticos (en unos más que en otros). Unos saben lo que hacen y otros son pobres seguidores de sus jefes políticos, que no saben o no quieren creer lo que les decimos, quiénes luchamos para defender a la generación.
También existen algunos pocos de esos pobres hombres y mujeres (líderes “fuertes” en sus trincheras gozando del poder) que nos pretenden rebajar o invalidar cuando hacemos ciertos planteamientos. Los pobres (equivocadamente) nos ven como sus adversarios políticos, nos endilgan sin saber que somos miembros de x o y partido, incluso algunos de ellos son políticos auto-percibidos como conservadores. ¡Señor perdónalos y tráelos con cuerdas de amor! ¿Están dormidos o embriagados de ego?
En toda esta madeja, las mujeres y niños siempre se llevan la peor parte. La familia y la fe engranada en la cultura judeocristiana SON LOS ÚNICOS FRENOS para esas acciones antilibertad y debora-niños. Por eso, las generaciones pasadas también tenemos que aceptar la responsabilidad y la culpa que nos toca, por habernos bebido el koolaid de unas cuantas farsas: “el amor libre” (sexo sin compromiso) “mujer no necesitas de un hombre” (romper la familia nuclear); “la maternidad será deseada o no será” (aborto), “amor es amor”… y muchos eslóganes más. Las ideas tienen consecuencias.
Tolerando lo malo, todo el paquete “woke”, anarquista, feminista, elegetebita, nos compramos el pasaje a la ESCLAVITUD y la dependencia en el Estado. El Estado pasó a ser el marido. El Estado pasó a ser el proveedor. El Estado pasó a ser el patrono (gobierno grande con agencias de más y que no obtienen resultados). El Estado pasó a ser el cuidador y el educador de los niños, como si con Hollywood y el BigTech que permitimos ya no fuera ya suficiente. El Estado destruye el verdadero desarrollo económico, la creatividad humana y la igualdad de oportunidades. El Estado pasó a ser quien reparte la compra. El Estado pasó a ser tu nana y el dueño de tus hijos.
Y hay que preguntarse: ¿Para qué es un Estado así? ¿Qué y quiénes son el Estado? De ello hay ríos de tinta y tesis en ciencias políticas. No estoy proponiendo jamás derrocar al Estado, pues está claro que el orden civil es una autoridad delegada por Dios. Pero no para que estuviera por encima de los padres de familia y tampoco para esclavizar a la humanidad creando su propio diccionario de “justicia” de espaldas a la realidad. El problema está en el corazón humano, que cuando se cree ser un dios o ve a un dios en el Estado, rompe con ese diseño de ley, de orden y de libertad.
Tenemos ardua tarea, pero hoy vuelve a escucharse un Sonido de Libertad. Nos toca evaluar y examinar los frutos, tendencias y el carácter de cada cual para saber con quiénes hacemos causa común y quiénes merecen nuestro voto. Quedarse quieto y callado NO ES OPCIÓN. Tenemos la obligación de alumbrar y de sonar con todas las fuerzas que nos queden. ¡Y aún nos quedan! Una verdadera libertad está sonando.

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