¡Vergüenza Contra Dinero! Entre desajustes de la deuda y la ideología de género


Hay quiebra económica, quiebra moral y quiebra espiritual. Hay sectores oportunistas con intereses particulares en dondequiera que siempre buscan capitalizar entre las emociones y las necesidades de un Pueblo.
En el siglo pasado, el líder Luis Muñoz Marín trajo a Puerto Rico la siguiente frase de campaña: ¡Vergüenza contra dinero!
Don Luis usó la consigna como parte de su campaña política para llegar al corazón del pueblo trabajador dónde también estaba la fuerza del voto versus la fuerza de los bolsillos de los más potentados que eran menos en la población. Capitalizó un poco basado en la lucha de clases entre patrones y proletarios, aun no siendo él un obrero de la caña o un agricultor y sí altamente educado para la época. Muñoz atacó las fuerzas que intentaban comprarle el voto a los jíbaros por medio de la campaña ‘Vergüenza contra dinero’ apelando a la dignidad de darse a respetar y no vender su conciencia junto al derecho democrático, aun cuando todavía se padecía de hambre. El resultado final: ganó las elecciones y buscó condiciones para satisfacer las carencias del Pueblo desde aquél 1940.
Por otro lado en la historia del Caribe, don Eduardo R. Chibás, un líder y comunicador cubano también usó el −¡Vergüenza contra dinero! en una columna escrita en 1951 para confrontar la rampante corrupción por parte del gobernante y el partido oficialista. Gobernante que no tuvo empacho en generar más deuda a costa del Pueblo, pidiendo un préstamo a Washington, DC por cien millones de pesos, cuando en Cuba el presupuesto para correr el gobierno sin problemas era de doscientos treinta millones. Endeudando así a los hijos de esa nación hasta más allá de los bisnietos, para que la clase política y sus aliados siguieran con “lo suyo” en ajustes y desajustes pero con muchos privilegios mientras el Pueblo recibía malos e insuficientes servicios. El préstamo era inmoral. Las quiebras económicas comienzan con las quiebras de los valores éticos, morales y espirituales.
“Cada vez que los gobernantes han solicitado un empréstito ponen el mismo disco: «el empréstito es para pavimentar calles y construir acueductos a las ciudades del interior», el empréstito es para mejorar el estado sanitario de la Isla», «el empréstito es para impulsar la agricultura», «el empréstito es para construir alcantarillados», etc., etc. Sin embargo, a la sombra de los empréstitos lo que se han construido han sido grandes fortunas privadas.”
– Eduardo R. Chibás (1951)
Volviendo al siglo 21 y a Puerto Rico, tristemente para aprobar el proyecto 1003 usaron de fronte la encerrona de nuestros hermanos en el retiro, los policías, etc. pero de eso lamentablemente no se trata. El préstamo (la nueva deuda generada en bonos) es inmoral y alcanza más allá de nuestros hijos.
La quiebra de valores con la Ideología de género
Como dicen en el campo: “Se juntan el hambre y las ganas de comer”. El pasado 5 de mayo me topé con el siguiente titular de un rotativo del país: “Junta de Supervisión Fiscal aprueba los $7 millones para fondo de emergencia contra violencia de género”. Dinero concedido al parecer sin mucho empacho de la Junta tampoco, a petición del señor gobernador Pierluisi para seguir financiando su decreto ideológico del llamado estado emergencia por “violencia de género”. Decreto que es una “botadera de chavos” con extremo dolor lo digo, para desgracia de las mujeres maltratadas y sus hijos, porque la ideología de “género” (llámenle perspectiva, equidad o igualdad de género) ha fracasado en todos los países dónde se implementa. El género lo que sí hace muy bien es confundir, romper y violar a nuestra niñez en su sana formación e identidad, como está ya documentado en Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y otros países.
Ese género no es sinónimo de mujer, y tampoco de sexo. Es una construcción cultural no fija ni alineada con el sexo de nacimiento porque es “un artificio libre de ataduras” como lo expone una de las madres académicas de la identidad de género, Judith Butler (1990). Que un nene puede también ser nena, viceversa o todo lo contrario. Una enseñanza similar a esa fue la que una madre del sector Summit Hills en San Juan alega recibió su niño de sólo siete años, según lo declaró en un testimonio vía radial a la emisora Nueva Vida 97.7FM.
La ahora millonaria perspectiva de género que en entrevista con ese mismo medio el miércoles, 27 de octubre de 2021el secretario de Educación Ramos Parés y sus funcionarios no pudieron (o no quisieron) definir, explicar y justificar de manera clara, robusta o convincente ante el país. ¿Por qué? Puede haber mil y una razones. Al final, el secretario está bajo las órdenes de un señor gobernador que juega mediáticamente con las palabras y el dinero como si fuera un juego de Scrabble, pero su agenda está muy bien trazada desde el plan de gobierno. ¡Vienen por nuestros hijos!
Y por qué digo yo −¡Verguenza contra dinero! Porque ya sabemos que están por ahí los negociantes de las “clínicas de género” esperando porque el currículo de educación en género avance hasta lo que ellos quisieran para llegar a su plan en proyección de ventas a cinco años. Ventas que dependen de los referidos de menores confundidos que les haga el gobierno desde las escuelas públicas del país con los vientos que suenan de que también nos quieren quitar a los padres la Patria Potestad en asuntos de salud. Hormonas y cirugías para construir un cuerpo de acuerdo a un “género” que han de cobrar con los fondos del plan de salud del gobierno, gracias a la pasada gobernadora Wanda Vázquez. También, las talleristas feministas de género que ahora de seguro felizmente financian sus proyectos porque de la misma correa sale el cuero.
Y con todo este desajuste, no sólo quiebran aun más las finanzas del país, quieren quebrar a nuestros niños moral y espiritualmente.
¡Vergüenza contra dinero!
Por: Claribel Maldonado, Portavoz de Mujeres por Puerto Rico
